Una anciana de 84 años, sorda, y su hija esquizofrénica habitan en una vivienda en ruinas entre basura, goteras y miseria en la aldea de Piñeira, en Xinzo. Esta penosa situación se ha mantenido durante años, entre la pena y el hastío de los vecinos de las mujeres y la pasividad de los servicios sociales del Concello, conocedores de la situación.
El martes todo cambió. La hija, Concepción Sara Mellado Alonso, que hace sus necesidades en la planta baja de una vivienda sin agua y no toma la medicación para su enfermedad, sufrió una crisis psicótica y se puso agresiva. Empujó y amedrentó a su madre y, en pleno delirio, subió al tejado de un techo en estado semiruinoso.
Familiares de la mujer reclamaron entonces la presencia de una médica del Centro de Salud, que tuvo que avisar a la Guardia Civil. Los agentes elevaron un informe al Juzgado sobre lo sucedido y la dantesca situación de las mujeres.
La enferma, de 40 años, que ya estuvo en una residencia durante años, fue ingresada anteayer en la Unidad de Psiquiatría del Santa María Nai. Los primeros informes médicos recomiendan su ingreso en una institución para enfermos mentales.
Fuentes del Sergas confirmaron la gravedad de la situación vivida y el ingreso de la mujer esquizofrénica. La madre de la demente, Olimpia Alonso, afirmó ayer ,desorientada, que a miña filla púxose moi brava, pero extráñoa moito, ¿cando volve?'
No quieren ayuda
Un vecino, Isaac López, expuso que la situación de estas mujeres es horrible. Olimpia no deja que nadie la ayude, ni que sus familiares hagan obras en la casa para tener al menos un váter. Concepción defeca a veces en cualquier sitio del pueblo, está muy mal. Cuando vivía su padre, fallecido hace años, las maltrataba y no les daba ni de comer. Algo tremendo. Ahora todo es incluso peor, la madre no está para cuidar a una enferma mental, está para que la cuiden a ella. Hace años el párroco pidió a las mujeres del pueblo que entraran en la casa y la limpiaran un poco, porque apesta, pero Olimpia se negó en redondo'.
Otros residentes, que pidieron guardar el anonimato, aseguraron que esta situación no ha provocado una tragedia de puro milagro, en alguna ocasión Concepción Sara andaba por las inmediaciones de casa con un cuchillo'.
Según López, Concepción debe ingresar en una psiquiátrico y su madre en una residencia o vivir con alguien que la atienda'. El pedáneo de pueblo y concejal del BNG, Amador Díaz Penín, urgió una actuación de los servicios sociales locales para intentar solventar este auténtico drama'. La concejal de Servicios Sociales y diputada autonómica, Yolanda Díaz Lugilde, afirmó por su parte no tener constancia del caso de las dos mujeres de Piñeira Seca.
Posibilidad de amparo legal para las mujeres
El teniente de alcalde y regidor en funciones de Xinzo, Daniel Blanco Rodríguez, aseguró que ahora no tengo información sobre este caso lamentable, pero mañana (por el día de hoy) nos interesaremos por esta cuest ión, dada la gravedad de la misma. Intentaremos, dentro de nuestras competencias, hacer lo posible por mejorar la situación de estas dos mujeres. Insisto en que desconozco el tema, pero lo que ha podido pasar es que los propios servicios sociales no hayan podido hacer más ante la negativa de esa mujer a colaborar '. Un caso similar al de Piñeira tuvo lugar hace casi una década en Baltar, cuando la autoridad judicial decretó el ingreso en una residencia de un anciano demente que vivía solo y vagabundeaba por la aldea haciéndose encima sus necesidades.
Familiares de la mujer reclamaron entonces la presencia de una médica del Centro de Salud, que tuvo que avisar a la Guardia Civil. Los agentes elevaron un informe al Juzgado sobre lo sucedido y la dantesca situación de las mujeres.
La enferma, de 40 años, que ya estuvo en una residencia durante años, fue ingresada anteayer en la Unidad de Psiquiatría del Santa María Nai. Los primeros informes médicos recomiendan su ingreso en una institución para enfermos mentales.
Fuentes del Sergas confirmaron la gravedad de la situación vivida y el ingreso de la mujer esquizofrénica. La madre de la demente, Olimpia Alonso, afirmó ayer ,desorientada, que a miña filla púxose moi brava, pero extráñoa moito, ¿cando volve?'
No quieren ayuda
Un vecino, Isaac López, expuso que la situación de estas mujeres es horrible. Olimpia no deja que nadie la ayude, ni que sus familiares hagan obras en la casa para tener al menos un váter. Concepción defeca a veces en cualquier sitio del pueblo, está muy mal. Cuando vivía su padre, fallecido hace años, las maltrataba y no les daba ni de comer. Algo tremendo. Ahora todo es incluso peor, la madre no está para cuidar a una enferma mental, está para que la cuiden a ella. Hace años el párroco pidió a las mujeres del pueblo que entraran en la casa y la limpiaran un poco, porque apesta, pero Olimpia se negó en redondo'.
Otros residentes, que pidieron guardar el anonimato, aseguraron que esta situación no ha provocado una tragedia de puro milagro, en alguna ocasión Concepción Sara andaba por las inmediaciones de casa con un cuchillo'.
Según López, Concepción debe ingresar en una psiquiátrico y su madre en una residencia o vivir con alguien que la atienda'. El pedáneo de pueblo y concejal del BNG, Amador Díaz Penín, urgió una actuación de los servicios sociales locales para intentar solventar este auténtico drama'. La concejal de Servicios Sociales y diputada autonómica, Yolanda Díaz Lugilde, afirmó por su parte no tener constancia del caso de las dos mujeres de Piñeira Seca.
Posibilidad de amparo legal para las mujeres
El teniente de alcalde y regidor en funciones de Xinzo, Daniel Blanco Rodríguez, aseguró que ahora no tengo información sobre este caso lamentable, pero mañana (por el día de hoy) nos interesaremos por esta cuest ión, dada la gravedad de la misma. Intentaremos, dentro de nuestras competencias, hacer lo posible por mejorar la situación de estas dos mujeres. Insisto en que desconozco el tema, pero lo que ha podido pasar es que los propios servicios sociales no hayan podido hacer más ante la negativa de esa mujer a colaborar '. Un caso similar al de Piñeira tuvo lugar hace casi una década en Baltar, cuando la autoridad judicial decretó el ingreso en una residencia de un anciano demente que vivía solo y vagabundeaba por la aldea haciéndose encima sus necesidades.
