CENTENARIAS

Dos siglos llenos de vida

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photo_camera Eligia Carrera y Elvira Tombo, de cumpleaños.

Eligia Carrera, natural de Moreiras y Elvira Tombo, nacida en Damil y vecina de Xinzo, han sido homenajeadas por todo lo alto por el Concello limiano. Y es que 104 y 105 años, no se cumplen todos los días

Las dos mujeres más longevas de Xinzo de Limia recibieron ayer un homenaje por todo lo alto. Y es que el dicho de que "lo importante es cumplir años" cobra más importancia, si cabe, al conocer a Eligia y Elvira, dos limianas de 104 y 105 años, respectivamente, que desafían el paso del tiempo rodeadas del cariño de su familia y gozando de buena salud.

El secreto de Eligia es simple: beber y comer de todo. "O que máis me gusta é o xamón e o chourizo", dice la centenaria. "Eu sempre comín productos da casa, dos porcos que criabamos. Ás veces tiñamos mais e outras veces menos. Patacas e pan había a fartura, e nos días de feira non faltaba o chourizo ou o pescadiño", añade.

Elvira Tombo, abuela de la portavoz socialista de Xinzo, Elvira Lama, no se queda atrás. Según explica su nieta, en su menú no faltan el primer y segundo plato y el postre pero, además, la copa de vino tinto y el chupito de licor de hierbas. " Con el paso del tiempo perdió oído, pero está estupenda. Hasta hace apenas dos meses iba caminando ella sola hasta la iglesia para escuchar la misa", señaló Elvira Lama. "Ella misma hace su cama y arregla su habitación cada mañana. Baja dos pisos y se sienta aquí fuera. Le gusta ver a la gente que pasa, hablar con unos y con otros, y tomar el sol. Eso le da vida", añade.

Ambas mujeres vieron crecer a varias generaciones familiares pero también afrontaron la pérdida de amigos, familiares y de sus parejas. Eligia tuvo dos hijos, 10 nietos, 11 bisnietos y 9 tataranietos. Elvira, por su parte, dio a luz a cuatro hijos, tuvo siete nietos, 10 bisnietos y cuatro tataranietos. Sus vidas, dedicadas al trabajo duro y a la atención de su familia, les dejaron poco tiempo para el disfrute. "Mi madre tuvo varios trabajos, nunca dejó de estar ocupada. Uno de los primeros fue como lavandera", explica Teresa, la hija de Elvira.

La vida de Eligia estuvo más ligada al campo, en el entorno de Moreiras. "Mentres puiden traballar, traballei", señala la vecina de A Limia. "Antes había moitísima xente no pueblo, non había casa que estivera deshabitada. Todo era diferente", añade.

Para rendirles homenaje a estas dos mujeres centenarias, el alcalde de Xinzo, Antonio Pérez, acompañado de los ediles de Cultura y Servicios Sociales, Luis Miguel Gil y Silvia Blanco, respectivamente, visitaron los domicilios de Elvira y Eligia, a las que entregaron un ramo de rosas, un regalo conmemorativo y la música de dos jóvenes gaiteiros de la villa. " Con estas visitas tan especiais, eu non quero morrer", dijo Eligia. 

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