crónica

El Xinzo del "esquecemento"

Xinzo
photo_camera La parte alta de la avenida de Madrid con algunos de los locales que continúan en la actualidad. (MARTIÑO PINAL)
En otros tiempos, la parte alta de la avenida de Madrid aunó importantes empresas de Xinzo. La construcción del parque empresarial y la estación de autobuses hicieron crecer la villa hacia la A-52, condenando a esta zona al olvido

El corazón de Xinzo se encuentra en su casco antiguo, pero su primera expansión como villa se produjo hacia la parte alta de la avenida de Madrid, barrio que llegó a congregar importantes empresas del sector primario, motor de la economía antelana. 

Hoy en día, en apenas 50 metros de tramo, se puede visitar un auténtico "museo empresarial" en el que resisten algunos carteles de la época: desde Osborne hasta Dalia, la primera floristería que se estableció en Xinzo. Pero no son los únicos. Recaredo Gómez Penín y Abelardo Carballo siguen figurando como médicXinzoos en esta avenida y Frutas Balbi, como un establecimiento en el que se puede comprar carne y pescado. Nada más lejos de la realidad. 

La falta de relevo generacional y la expansión de la villa hacia la autovía A-52 parecen haber condenado a esta parte más alta de la avenida de Madrid a una muerte agónica. Golpe duro fue, en este sentido, la construcción a principios de los 80 de la estación de autobuses en la avenida de Ourense, así como del polígono empresarial en el enlace con la A-52. Las grandes superficies o pequeñas tiendas de barrio ya no quieren establecerse en esta zona, en donde los vecinos no tienen, prácticamente, en donde hacer una compra familiar. 

"En la avenida de Madrid, digamos desde Muebles Tejada -antiguo Café Antela- hacia arriba, estaba la actividad industrial principal del pueblo", recuerda el historiador local, Edelmiro Martínez Cerredelo. "Unos propietarios por fallecimiento, otros por quiebras, otros por jubilación y los últimos porque fueron cambiando su ubicación al polígono, llevaron a este vial a su situación actual", añade. 

Martínez Cerredelo asegura que, aunque A Limia siempre vivió del sector agrario, el comercial fue un filón entre las décadas de los 50 y de los 70 y, precisamente, algunos grandes establecimientos se encontraban en la avenida de Madrid. El Juzgado de Primera Instancia y el de Paz, así como el edificio de Correos y Telégrafos también estaban ubicados en la zona, promoviendo una importante dinamización social. Precisamente, el historiador y algunos vecinos del entorno apuntan como posible solución al deterioro de la actividad en el barrio que el Concello vuelva a llevarlXinzoe servicios públicos -actualmente resiste el Inem-.

Por su parte, la regidora socialista, Elvira Lama, se muestra abierta y proclive a encontrar alternativas para un posible resurgir de esta avenida que, en sus propias palabras "fue una zona rica, de pujanza económica. Nosotros tenemos una mentalidad abierta y constructiva y, en este sentido, estudiaremos la posibilidad de re humanizar la zona, algo que no se contempló en esta última actuación", dijo en referencia a la rubricada por el anterior equipo de gobierno popular y mediante la que se arregló un nuevo tramo de aceras. "Es importante revitalizarla, porque se trata de uno de los accesos principales de Xinzo. Tampoco descartamos iniciar un diálogo con los responsables del matadero, pues a día de hoy no sé si su ubicación es la más adecuada", añadió. 

No obstante, en la avenida de Madrid, en donde la mayoría de los inmuebles están deshabitados, resisten algunos establecimientos. Es el caso de Villasana, uno de las más antiguos de la villa con 60 años. "Nosotros no vivimos sólo del bar. Tenemos kiosko, lotería y una parada de autobús enfrente que también ayuda", dice María de Los Ángeles Argibay. "Creo que desde el Ayuntamiento, los agentes de desarrollo podrían mirar qué negocios se van cerrando y, antes de que eso ocurra, hacer un listado de personas que buscan trabajo y vincularlos. Hay locales que funcionan y que no encuentran relevo generacional". Entre los ya concienciados, la Asociación A Telleira trabaja desde hace dos años para dinamizar la zona con una fiesta.n

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