Obituario

Fallece en Brasil el obispo Cándido Lorenzo, natural de A Limia

Candido Lorenzo
photo_camera El obispo emérito de San Raimundo Nonato, Cándido Lorenzo.
El religioso será enterrado este jueves en la Catedral de San Raimundo Nonato

Santa María de Laroá ha perdido en estos días a uno de sus vecinos más ilustres: Cándido Lorenzo González, obispo de la Diócesis de San Raimundo Nonato, en Brasil. Perteneciente a la Orden de los Mercedarios, González estudió Humanidades en Lugo y se convirtió en novicio en agosto de 1946. Profundizó en el saber con las ramas de Filosofía y Teología y se hizo sacerdote, finalmente, en Santiago de Compostela en 1954. Con 30 años de edad fue enviado por sus superiores religiosos al apostolado parroquial de Río de Janeiro. Allí fue comendador y párroco en San Antonio de Pavuna y vicario provincial de los Mercedarios de Brasil para, finalmente, convertirse en obispo en la década de los 60 con 44 años. 

A pesar de que el religioso dejó Santa María de Laroá con 17 años y pasó toda su vida fuera de las fronteras limianas, solía venír cada cinco años para visitar a sus familiares y amigos. En uno de aquellos viajes estivales, en 1995, el pueblo de Laroá le rindió un sentido homenaje en vida y, a día de hoy, todavía se puede visitar la praza Bispo Cándido Lorenzo, en donde hay un monolito con su nombre. 

Uno de los objetivos del difunto obispo fue luchar contra las injusticias sociales en el país que le acogió, al tiempo que trataba de cuidar de las clases más desfavorecidas. 

Uno de sus sobrinos, Julio Rodríguez, que vive entre Ourense y Laroá con su mujer, recibió la triste noticia del fallecimiento de su tío a través de otros familiares que se encuentran también en el extranjero. Pese a la distancia que siempre les separó, ambos nunca perdieron el contacto y solían hablar mensualmente. 

"Él me llevó a estudiar con los Mercedarios, me quería mucho. Hacía cinco años que no venía por aquí. La última vez que lo hizo fue para ver a la familia y se despidió de nosotros, dijo que igual ya no nos volvíamos a ver", recuerda Julio."Era una persona muy cómica y muy inteligente. Le querían mucho en la Orden de los Mercedarios. Era un genio y además hacía reír a la gente. Estuvo a punto de ser cardenal", añade. 

Julio tiene guardados varios recuerdos de su tío, entre ellos, fotografías y recortes de entrevistas que el Diario La Región le hizo en sus visitas a Ourense. "Yo iba para fraile con él, pero después la vida me llevó por otro camino. Emigré a Suiza y allí estuve muchos años", explica. "Nuestra familia era muy religiosa. Mi tío, que siempre quiso ser misionero, también nos casó a mi mujer y a mí aquí en Galicia", añade. 

Cándido Lorenzo falleció a los 94 años de edad "por complicaciones de salud" y será enterrado este jueves, día 19 de diciembre, en la Catedral de San Raimundo Nonato, en Brasil.

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