“No es no” fue lo que se llegó a escuchar en los últimos compases de una reunión que duró algo más de tres horas y en la que, a medida que iba pasando el tiempo, se hacía más patente el rechazo generalizado de los vecinos de Baltar al tendido eléctrico de Iberdrola. También se manifestó cierto grado de disconformidad con el parque eólico de San Martiño, punto del que saldría una línea eléctrica que, después del día de ayer, no se materializará en su forma inicial. Y es que fuentes de Iberdrola confirmaban en la tarde de ayer a este periódico que “habiéndose identificado un problema con el parapente es necesaria una revisión del proyecto y propondremos alternativas de trazado. Desde Iberdrola mostramos nuestra preocupación por el posicionamiento de cualquier colectivo que pueda verse afectado. Como siempre hemos hecho, haremos todo lo que podamos para disminuir las molestias”.
La empresa vasca remitió al Concello de Baltar a dos representantes de Iberdrola Renovables Galicia. Ambos matizaron que no participaron en la redacción del plan y que acudían a Baltar en la búsqueda de un “consenso”. Sin embargo, pasados los primeros minutos del encuentro con los colectivos afectados y tras escuchar las quejas por el tendido planeado, no dudaron en reconocer que el proyecto “no estuvo bien estudiado” al no tener en cuenta la práctica del parapente en la zona y entonaron, literalmente, el “mea culpa” en más de cuatro ocasiones.
A pesar de que desde la empresa se tendieron puentes y se manifestó la intención de proponer alternativas para que la línea eléctrica fuese compatible con la práctica del parapente, representantes de las comunidades de montes afectadas –Boullosa, Baltar, Niñodaguia y Gudín-, así como apicultores, historiadores, abogados, representantes de las federaciones de parapente y vecinos en general, esgrimieron decenas de motivos por los que atravesar la sierra con alta tensión acabaría con su riqueza patrimonial, paisajística, agroganadera y turística.
EL TENDIDO, UN “RETROCESO”
Por orden, los participantes fueron apuntando sus motivos y alegaciones. En lo tocante al parapente, desde las federaciones –nacional, gallega y portuguesa- explicaban que la Serra do Larouco presentaba las mejores condiciones del país para practicar el vuelo libre: “Hai despegues y es posible volar en las cuatro orientaciones”, argumentaba Enrique Cuquejo. Esto confiere una exclusividad al Larouco para la realización de campeonatos nacionales, europeos y mundiales.
Por otro lado, las líneas de alta tensión también afectarían a la actividad apícola -en esta zona, dada su posición, se puede trabajar en ecológico- y se perdería el carácter multidisciplinar del Larouco, en donde se organizan rutas BTT, hay un banco tomavistas o se potencia el turismo natural libre de contaminación. Además, algunos expertos en historia como Juan Manuel Galiña expusieron el potencial arqueológico de la zona, con diversos yacimientos por catalogar y la existencia de enclaves como el Castro da Boullosa que se verían perjudicados: “O tendido sería un retroceso para a recuperación turística que se está levando a cabo e non a podemos hipotecar”, dijo. “Estamos a defender a toda a Serra do Larouco, non so o parapente”, añadía desde la Comunidad de Montes de Baltar, Marta Cuquejo.
Por otro lado, en la boca del vicepresidente del Club Parapente Baltar, Enrique Cuquejo, los vecinos se quejaron del “modus operandi” en este tipo de casos en los que no se les facilita la suficiente información a los propietarios del monte, desde las administraciones públicas competentes, sobre los planes de las sociedades privadas promotoras de la energía renovable. “Sentímonos como que nos quixeran apartar e o que teñen que facer antes é preguntarnos”, lamentaban desde la Comunidad de Montes de Niñodaguia. En este extremo, los representantes de la empresa quisieron subrayar que “los parques eólicos solo se pueden hacer en un sitio en el que no haya problemas”, y esto significa que el porcentaje de acuerdo entre los colectivos afectados debe ser elevado: más del 70 por ciento. Los técnicos se comprometieron a informar a los interesados de posibles alternativas que, en todo caso, se consensuarán entre todos.
