El Instituto del Campo planta una zona de ensayo con 39 variedades para conocer su aclimatación

A Limia prueba patatas de Hungría y Polonia muy resistentes al mildeu y a los nematodos

Nueve variedades de patata de Hungría y 25 de Polonia (en total, más de 800 semillas) permanecen aisladas en un almacén del Instituto do Campo de Xinzo, para evitar contagio de plagas, con el fin de iniciar un campo de ensayo el mes de abril que forma parte de un proyecto internacional.
La Diputación provincial, a través del Inorde, firmó en diciembre convenios de colaboración con el Centro de Investigación Genética de la Patata, IHAR, el Ministerio de Agricultura de Polonia, el Centro Georgikon Facultiy of Agricultura de Hungría y el Instituto Politécnico de Viana do Castelo, para la innovación en materia agraria.

Ahora, el Inorde ya recibió nueve variedades de patata de Hungría y 25 de Polonia (en total, más de 800 semillas) con el fin de poder iniciar campos de ensayo que comenzarán en abril. Dicha partida permanece aislada en un almacén del Instituto do Campo a fin de evitar cualquier contagio de plagas. ’Son variedades rústicas, muy poco conocidas en España y sin comercializar en el resto de Europa, que tienen la peculiaridad de que son muy resistentes al mildeu y todo tipo de nematodos’, explican técnicos del Instituto del Campo.

Dan a conocer que una parte de los tubérculos serán sembrados con abono orgánico (ecológico) y otra, con químico (mineral) para experimentar con todas las alternativas. ’Los fines del ensayo son únicamente científicos’, matizan.

Ventajas

No obstante, en el caso de que las variedades de Hungría y Polonia se adapten bien al clima y el suelo y, al mismo tiempo, sean resistentes a las enfermedades ’siempre puede ser una alternativa para introducir, en el futuro, en la comarca’, explican los citados técnicos, ya que ’sería una forma de producir con mayor calidad y supondría reducir el empleo de fitosanitarios, algo que sería una ganancia grande para los productores’.

Este proyecto internacional tiene una duración de dos años y también implica un intercambio continuo de formación y conocimientos entre los técnicos de Ourense, Polonia, Hungría y Portugal. ’Confiamos en que los resultados puedan ser buenos’, concluyeron.

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