OBITUARIO | Amador Fidel Conde, la cara amable de Xinzo

Amador Fidel Conde era un hombre bueno, amable. Una persona accesible que participó activamente de la vida cultural de Xinzo: fue miembro de la Coral Santa Mariña, tocaba la guitarra en la iglesia de la villa e impartió clases durante 25 años en la academia que él mismo dirigía junto a su mujer: la Academia Castelao. El último proyecto en el que se sumergió este limiano tuvo que ver con la reactivación de la asociación de comerciantes, Prolimia, de la que tomó las riendas a comienzos de este 2020 tras unos meses complicados para una agrupación totalmente en declive. Por aquel entonces, Amador ya padecía una enfermedad que no le impediría dar un paso al frente para representar a los comerciantes de Xinzo pero que, este jueves, tras una incansable lucha, terminaría quitándole la vida y conmocionando a un pueblo entero. Tenía, tan sólo, 58 años. “Despois de tanta loita apagouse unha fermosa e brillante luz. Sempre nos acompañará con ese enorme resplandor e sempre se recordará a túa gran presenza”, manifestaban, emocionados, los integrantes de la Coral Santa Mariña. “Rescató una asociación en declive y, gracias a su talante y buen hacer, la puso en marcha. Un trabajo que hoy en día está dando sus frutos”, aseguraba este jueves la alcaldesa de Xinzo, Elvira Lama. “Coincidí con él alguna vez en nuestras revisiones de oncología y era él el que me daba ánimos a mi. Una persona afable, sonriente, siempre positivo. Pensaba siempre en aportar”, añadía la alcaldesa, compañera de profesión de Amador, muy conocido en la villa por su labor como docente: “Era un excelente profesor. Yo siempre le pedía consejo y apoyo. Era una persona totalmente entregada a los demás. Siempre se van los mejores”. La última vez que la periodista que firma este obituario tuvo ocasión de verle fue durante el pasado Entroido. Un grupo de Pantallas le cogía en volandas para obligarle a pagar una ronda de vinos, tal y como manda la tradición “entroideira” limiana con aquellos que acuden a la fiesta sin disfrazar. Sonreía desde las alturas. Así te recordaremos en Xinzo todos los que tuvimos la suerte de tratar contigo.