La depuradora, el tanatorio y las piscinas continúan cerradas, según José Manuel Andrade

La oposición critica obras mal gestionadas en Calvos

Consistorial de Calvos, el día de la moción de censura. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
La gestión de los recursos económicos municipales por parte del alcalde de Calvos de Randín, el socialista Aquilino Valencia, ha sido puesta en entredicho por la oposición, ya que muchas de las instalaciones que están terminadas no están abiertas al público y otras obras todavía están pendientes de ser ejecutadas.
Al respecto, el concejal José Manuel Andrade, que figura en el grupo de no adscritos en la Corporación, apunta que los vecinos de la localidad de Vila están a la espera del acondicionamiento de los accesos al núcleo urbano, 'mientras el alcalde ha gastado miles de euros en asfalto y gravilla en otras carreteras'. Uno de los proyectos más importantes que fue ejecutado por el Concello fue la estación depuradora de residuales, que permanece sin funcionar en un Concello 'donde hay cuatro funcionarios de medio ambiente en la lista que ganó las elecciones, dos de ellos concejales, en una situación de claro desprecio al medio ambiente', señala José Manuel Andrade.


SOCORRISTA

Otra obra que menciona la oposición es la correspondiente al tanatorio, que sigue cerrado y obliga a los familiares de fallecidos a desplazarse para trasladarlos a centros de este tipo pero que son privados. José Manuel Andrade también hace referencia al caso de la piscina, 'que no tiene bañístas pero sí socorrista'. Así, indica que el Concello de Calvos contrata todos los años una persona para encargarse de la seguridad en unas instalaciones que están cerradas al público. Finalmente, la oposición de Calvos de Randín manifiesta su malestar por los trabajos de adoquinado del recinto de la plaza de la feria y de la Casa do Concello. Consideran que en la situación actual de crisis actual no era necesario este pavimentado, 'teniendo en cuenta que la plaza estaba acondicionada con cemento en buen estado'.

Comentan que la obra, que supuso una inversión de 132.000 euros, todavía no tiene un año y desde hace meses ya hay piedras levantadas en el pavimento.

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