La villa vivió un día más de fiesta registrando un lleno durante toda la jornada en la Plaza Mayor y las calles adyacentes.
El Entroido de Xinzo sigue en la calle. Ni el agua ni el frío son capaces de meter las pantallas y resto de disfraces en casa. La Plaza Mayor estaba abarrotada de nuevo sobre las once de la mañana de ayer después de una larga noche de diversión.
Por el recinto y las calles adyacentes se paseaban variopintos personajes, desde una anciana ofreciendo derivados de matanza hasta, mariposas, osos, jóvenes maleta en mano para coger el autobús para Suiza, e incluso prestigiosos cocineros. Hasta unos militares organizaron la jura de bandera de un joven que se incorporó a filas el año pasado. Mientras, la pantallas pateaban el casco urbano a la búsqueda de vecinos y visitantes que paseaban por la villa sin el correspondiente disfraz.
Las charangas animaban el ambiente, mientras la Policía Local instalaba señales en varias pistas para informar a los conductores del camino a seguir hacia Madrid y Ourense durante la jornada de hoy a estar cortada la carretera N-525 a causa del desfile que se organizará a partir de las cinco de la tarde.