El Café Latino acoge, dentro del Ciclo 1906, la actuación del israelí Gilad Hekselman y su banda, a partir de las 23,00 horas de este domingo
Una canción de Michael Jakson lo cambió todo.
Gilad Hekselman tenía ocho o nueve años cuando se quedó fascinado con un videoclip del Rey del Pop. "Fue un sentimiento muy fuerte, y ahí supe que, de alguna manera, quería dedicarme al mundo de la música", afirma el guitarrista.
Así comenzó a formarse en su país natal, Israel, como guitarrista. Primero empezó con el rock, y poco a poco fue desarrollándose en otros estilos, hasta llegar al jazz, con dieciocho años. "En el instituto me habían enseñado a los clásicos y me habían encantado. Pero no fue una decisión consciente, llegué por evolución", explica. No obstante, su estilo toca diversas aristas, desde The Beatles a Michael Jakson, pasando por John Coltrain.
Con poco más de veinte años cruzó el Atlántico para seguir formándose como músico en Nueva York, un evento que cambió radicalmente el curso de su vida. "Al principio no fue fácil, porque me fui lejos de mi país, de mi casa y de mi familia. Pero conocí a músicos increíbles y a artistas fascinantes, fue una decisión muy buena".
Desde 2004 empezó a compartir escenarios con numerosos artistas de fama internacional, como Jeff Ballard, Gretchen Parlato, Chris Potter, Mark Turner o Avishai Cohen, al mismo tiempo que su nombre empezaba a resonar en el panorama del jazz mundial. Ha tocado en los locales de mayor fama de Nueva York, aunque reconoce que hace poco se volvió a poner nervioso al subirse a un escenario.
La banda
Hekselman llega hoy al Café Latino, dentro del Ciclo 1906, con Joey Martin al bajo y Jonathan Pinston a la batería, dispuestos a hacer disfrutar al público. "Creo que busco provocar lo mismo que a mí me trasmite la música que me gusta. Una forma de olvidarse de los problemas, del día a día, de dejarse llevar y conectar con el ambiente que crean los músicos", comenta Hekselman. "Están todos más que invitados", afirma sonriente.
