La localidad celebró su tradicional fiesta de exaltación gastronómica estival, en la que no faltó la música
La empanada: uno de los productos gastronómicos que no pueden faltar en la dieta gallega. En Allariz lo saben muy bien, y por ello cada verano celebran la Fiesta de la Empanada, un festejo que cada año reúne en la villa a un mayor número de visitantes.
La jornada de este domingo, día grande, comenzó con un pasacalles a cargo de la Banda Unión Musical de Allariz. A esas horas ya había un gran ambiente por las calles, y especialmente en el Campo de Vilanova, donde se situó el mercado de empanadas. Hasta allí se desplazaron cientos de personas para degustar y llevarse a casa un delicioso recuerdo alaricano. Entre las opciones, además de atún o carne, las de zamburiñas y pulpo fueron de las más solicitadas. En los puestos también se podían adquirir postres de diferente tipo, como las roquillas o la tarta imperial de chocolate, para los más golosos. El desfile matinal de gigantes y cabezudos también congregó a numerosos visitantes, además de diversas pruebas deportivas. Por la tarde, el concierto de Forró Mior y la actuación de la orquesta La Dimensión animaron la tarde e invitaron a bailar a los presentes hasta pasada la medianoche.
