El festival internacional alaricano, ubicado en los márgenes del río Arnoia, abre sus puertas el sábado
Unas cuarenta personas, entre operarios municipales y alumnos del taller de empleo "Reserva da Biosfera II", apuraban este miércoles los últimos retoques a las parcelas que este año componen la edición más picante del Festival Internacional de Xardíns de Allariz (FIXA), que lleva por lema "Erotismo no xardín".
El alcalde, Francisco García, y la concejala Cristina Cid visitaron las instalaciones para conocer el estado del recinto que, oficialmente, abrirá sus puertas al público este sábado a partir de las 20,00 horas. "Paso a paso chegamos a novena edición. Unha iniciativa que arrancou con perspectiva de futuro, pero que os datos foron avalando satisfactoriamente", destacaba el regidor nacionalista, quien señaló que el esfuerzo económico municipal que supone sacar adelante las parcelas (con un coste medio de 5.500 euros por jardín), está justificado por la afluencia de visitantes (más de 40.000 el año pasado) y la repercusión en el mundo del paisajismo y la jardinería de un evento único a nivel estatal.
Danza, ilustración y teatro
Un total de doce parcelas efímeras, diseñadas por artistas de nueve nacionalidades distintas, componen la propuesta paisajística de 2018, "onde temos que destacar a súa calidade e tamén a propia evolución do espazo, con zonas de sombra e pérgolas xa asentadas", dijo García.
La inauguración del sábado, a la que han confirmado su presencia la práctica totalidad de los creadores, contará con varias sorpresas en forma de teatro, danza e ilustración "coa participación de Silvardeira Teatro, a compañía de danza de Mikel Aristegui e Luchi Polo", adelantaba Cid. El espacio ubicado en los márgenes del Arnoia se podrá visitar hasta el mes de octubre.
El instituto se apunta al paisajismo
Una de las parcelas más queridas por los alaricanos es la de "As pías". Un jardín fuera de concurso reservado para los escolares de Allariz y que, este año por primera vez, han diseñado los alumnos de tercero de la ESO del Instituto. Los jóvenes aprovecharon la mañana de ayer para acercarse al recinto y ultimar algunos detalles de su propuesta , en la que han jugado con los sentidos. "Lo más difícil fue ponernos a todos de acuerdo", reconocía la alumna Esther Vázquez, mientras su compañero Alejandro Camba destacaba la experiencia que ha supuesto "participar en una actividad mundial". Por parte del profesorado, María Bobillo se mostró muy satisfecha con el trabajo realizado de forma interdisciplinar entre los distintos departamentos y expresó su deseo de repetir el año próximo.
