Se cumplen 25 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco y la provincia ourensana, tierra de sus progenitores, celebró ayer varios homenajes en su memoria. En la ciudad se guardaron cinco minutos de silencio por el edil del PP de Ermua y en Xunqueira de Espadanedo, de donde era natural su padre, se colocaron dos coronas de flores -una de parte del Concello y los vecinos, y otra de la formación Vox, en forma de bandera de España y con la frase “25 años de tu asesinato. Ni olvido ni perdón”- frente a la escultura en recuerdo del joven ubicada, desde 1997, junto al Monasterio de Santa María.
El alcalde de Xunqueira de Espadanedo, Carlos Gómez, leyó un emotivo manifiesto refiriéndose a Miguel Ángel Blanco como “un mozo cheo de proxectos, vitalista, comprometido coas ideas nas que cría. Miguel Ángel representaba a liberdade de sentirse vasco e español”.
Muchos de los presentes recordaban al edil y a su familia “que eran todos moi boa xente, non se metían con ninguén e viñan aquí a Reboreda a pasar os veráns”, apuntaba Chelo García, vecina de Xunqueira. Ricardo Fernández, por su parte, compartía algún recuerdo de los momentos de pupitre con Miguel Blanco, padre del edil: “Xa choveu diso. Fomos á escola de Xunqueira xuntos. Nos veráns viñan onde a avoa e ao mellor pasaban aquí o mes de agosto”.
En A Merca, lugar en el que descansan los restos mortales de Miguel Ángel, dos guardias civiles llevaron flores a su tumba. En este municipio, en el que residen Aurelio y Pacita, tíos de Miguel Ángel; se inaugurará un monumento de nueve metros de altura para que la luz del edil nunca se apague y su historia permanezca en la memoria colectiva.
