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El centro de fauna silvestre atendió 213 animales este año

Marisol Díaz y Ángeles Vázquez durante la puesta en libertad de las aves ratoneras.
photo_camera Marisol Díaz y Ángeles Vázquez durante la puesta en libertad de las aves ratoneras.
El espacio del Alto do Rodicio liberó a dos busardos ratoneros y tres corzos recuperados

El centro de recuperación de fauna silvestre situado en el Alto do Rodicio atendió a un total de 213 animales en lo que va de año, frente a los 245 que pasaron por las instalaciones a lo largo de todo el ejercicio de 2018. En estos siete meses, alrededor de 50 ejemplares fueron puestos en libertad sin necesidad de realizarles tratamientos de recuperación. Los ejemplares recuperados en el centro situado en el municipio de Maceda, aves en su gran mayoría, representan el 7% de los 3.322 a los que se les prestó atención en los cuatro centros que la Consellería de Medio Ambiente mantiene en las cuatro provincias gallegas. 

Así lo expresó la conselleira del ramo, Ángeles Vázquez, durante su visita al centro de O Rodicio para participar en la liberación de dos ejemplares de busardos ratoneros -conocidos en Galicia como miñatos- y tres corzos. La conselleira y la delegada territorial de la Xunta en Ourense, Marisol Díaz, fueron las encargadas de realizar la suelta de las aves, supervisadas por los trabajadores del centro y por el jefe de servicio de Patrimonio Natural en Ourense, Juan José Gómez. "La fauna silvestre no es fácil de recuperar", explicó este último tras apuntar que los busardos gozan ahora de plena libertad tras varios meses en esta especie de hospital y que, por lo general, no se le realiza un seguimiento a partir de su liberación, sino que el trabajo que se realiza en instalaciones como la de Maceda consiste en "prepararlos" para que se adapten al medio y que la suelta de los animales suele realizarse en el entorno de su hábitat natural. 

Lo mismo ocurrió con los corzos, llevados hasta el centro por particulares que los hallaron en el monte. De ellos se despedían este viernes los cuidadores con cierta pena porque "chegaron aquí moi pequeniños". No obstante, esperan que vuelvan en invierno, cuando reverdezcan los pastos del entorno. Al mismo tiempo, los trabajadores recuerdan la importancia de mantener el hábitat de los animales silvestres y respetar sus costumbres porque "a veces parece que están abandonados pero sus madres pueden andar cerca".

Ángeles Vázquez, por su parte, señaló que la biodiversidad gallega goza "dun moi bo momento" aunque incidió en la importancia de "seguir traballando" para mantener esta buena situación. En este sentido, se refirió a la nueva Ley de Patrimonio Natural, de reciente aprobación por parte de la Xunta de Galicia.

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