El alcalde Francisco García ha denunciado ante la Guardia Civil el robo de estos vestigios milenarios
Dos piezas superiores de dos molinos de mano diferentes que datan entre los siglos I y II han sido sustraídos del yacimiento arqueológico de Armea, en Santa Mariña de Augas Santas (Allariz).
El alcalde de la localidad, Francisco García Suárez, confirmaba ayer el robo de los dos elementos de piedra del castro, que cada verano es objeto de una campaña de excavaciones por parte del Grupo de Estudios en Arqueología, Antigüedad y Territorio (Geeat) de la Universidad de Vigo, y la presentación de la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil. "Calquera xacemento ten o risco de sufrir un espolio, aínda que as pezas que teñen un certo alcance son trasladadas ao laboratorio e a propia Xunta de Galicia para o seu arquivo", explicaba García, que en el caso de las partes de molino sustraídas reconocía que "son bastante comúns, cada campaña de escavación aparecen varias, polo que decidimos que quedaran no lugar para unha maior comprensión do castro. Son os riscos que se corren", lamentaba.
El propio director de las excavaciones y responsable del Geeat, Adolfo Fernández, explicaba consternado que "as dúas pezas roubadas as deixamos no mesmo lugar e na mesma posición na que apareceron. E, ao redor delas, fomos colocando outras pezas atopadas noutras zonas do castro en forma de exposición".
Detector de metales
De la ausencia de estas dos piezas, que pueden rondar los 15-20 kilos de peso cada una y que se corresponden con la parte de arriba del molino donde iría sujeto el palo, se percataron el pasado martes los miembros de la cooperativa de gestión cultural Xeitura, que lleva a cabo actividades y visitas guiadas en la zona. "Puxemos os feitos en coñecemento das autoridades e mesmo da presencia dunha persoa que neses días estaba no monte cun detector de metais e un pico", relataba Manuel Gallego, historiador y responsable de los servicios de Turismo Cultural.
Las piezas, "non teñen un valor económico grande. É máis a parte patrimonial. Onde teñen o seu valor estas pezas é no recinto onde se atopan", señalaba Manuel Gallego, aunque no descarta que puedan acabar en el mercado de segunda mano y, de ahí, al jardín de algún particular. Una hipótesis que también comparte Fernández, que matizaba que "levaron esas porque eran as máis bonitas, as que estaban máis traballadas".
El robo de estas piezas no ha mermado el ánimo de los responsables municipales de hacer de Armea un espacio vivo y atractivo para conocer la historia local. Armea es un yacimiento abierto en pleno monte, difícil de cerrar, "pero estaremos máis vixiantes e trataremos de mellorar as condicións de seguridade para dificultar estes feitos", reconocía el alcalde, que hacía un llamamiento a la ciudadanía para estar más pendientes ante estos hechos. Si bien el propio Manuel Gallego confesaba que "os veciños de Armea están consternados polos feitos, porque lle teñen moito apego ao lugar" y si ya antes estaban pendientes de los forasteros, ahora lo estarán aún más.
