Voluntarios de Protección Civil de diferentes concellos participan en el operativo
El tercer día de búsqueda de Julio Fernández González, vecino alaricano de 90 años que falta de su casa desde la madrugada del sábado, se cerró sin noticias sobre su paradero. "As horas pasan e cada vez é máis complicado pensar en atopalo con vida", reconocía en la jornada de ayer el concejal de Medio Ambiente y responsable de Protección Civil de Allariz, Bernardo Varela López, que se hacía eco del agradecimiento de la familia por los esfuerzos que se están realizando para encontrar al nonagenario, tanto por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, como por los vecinos y voluntarios llegados desde agrupaciones de Protección Civil de diferentes concellos de la provincia.
Un helicóptero de la Guardia Civil con base en A Coruña se desplazó ayer por la mañana hasta la villa del Arnoia para tratar de localizar alguna pista que permita dar con el paradero de Julio Fernández, tal y como hicieran durante el fin de semana el equipo de drones de la Axencia Galega de Emerxencias. "Non hai novidades", confirmaba a última hora de la tarde Bernardo Varela que, al igual que los agentes de la benemérita y de la Policía Local del Concello de Allariz que ayer proseguían la búsqueda, centraba su sospechas en el Arnoia.
El río, ubicado a escasos metros de la vivienda del anciano desaparecido, ha sido objeto durante todo el fin de semana de un intenso rastreo por parte de buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), de la unidad canina y mismo del club de piragüismo de la localidad que, desde el primer momento de tener conocimiento de la desaparición, estuvieron colaborando con el dispositivo. "A escasa visibilidade da auga dificulta a tarefa, polo que tocará esperar uns días para ver si aparece", comentaba Varela, que confirmó que, por tierra, esta tarde a las 15,30 horas están citados los voluntarios en O Arnado para llevar a cabo una nueva búsqueda intensiva.
Fue un familiar del anciano desaparecido, que reside con él en una vivienda de la calle Vilanova del casco histórico, el que en la mañana del sábado al constatar de que no se encontraba en su dormitorio, dio la voz de alarma. El hombre, que habría salido de la vivienda descalzo y en ropa interior, padece la enfermedad de alzhéimer y tiene además problemas de movilidad.
