Eusebio E.L., de 53 años y natural de Gipúzkoa, está acusado de un delito de incendio imprudente tras realizar varias quemas de restos de desbroce de masa forestal durante el mes de julio de 2019 en una finca de la parroquia de Queiroás (Allariz). Las condiciones del suelo, así como la temperatura media (superior a 25 grados), provocaron que el incendio se propagase hasta las fincas colindantes, afectando a 0,1 hectáreas de monte raso. En el juicio celebrado ayer, la abogada pidió la absolución del acusado, que mantiene que solicitó una autorización por teléfono.
Eusebio E.L., según el relato de Fiscalía, no realizó la correspondiente devasa de cinco metros en el punto de quema, la finca estaba en pendiente y se acumulaba vegetación muerta desde hace años. Estas condiciones, unidas a la meteorología, implicaban la necesidad de una autorización por escrito, "no comunicación", que es lo que realizó el acusado. Eusebio pidió por teléfono la solicitud de la quema, para la que necesitaba esa autorización especial, no telefónica, tal y como sostiene el Seprona.
Los gastos del incendio, sofocado por el Servicio de Extinción de Incendios de la Xunta, ascendieron a 379,47 euros.
El fiscal pide para el acusado la pena de un año de prisión y multa de 12 meses a razón de seis euros diarios. También deberá indemnizar a la Xunta con la cantidad a la que ascendió el sofoco de las llamas.
