¿Por qué “Mujeres en la cocina”?
Yo, a pesar de tener un estudio, jamás puedo pintar en él. Me gusta llevarme mi caballete y mi lienzo y subo a la cocina. Ahí tengo acceso al café, al agua…
Es curioso, porque muchas veces se vincula a la mujer con la cocina de manera peyorativa.
Sí, pero ésto tiene un punto muy gallego. En Galicia, alrededor de la cocina se genera todo: Mis hijas hacían los deberes allí, merendábamos, pintábamos…
¿Y los dolores de cabeza?
(Se ríe) Son todas esas cosas que se me pasan por la cabeza mientras pinto. También las presiones y mil cosas que tenemos que hacer las mujeres día a día.
Cuenta que en el instituto decidió usar la Plástica para concienciar sobre la igualdad, ¿Por qué?
Me empecé a dar cuenta de que las niñas iban hacia atrás, de que consentían comportamientos machistas por parte de sus compañeros. Pensé en pararlo.
¿Lo logró?
No lo sé. Yo es lo que sentía que tenía que hacer. Suelo ver a muchas de mis alumnas en las manifestaciones del 8M.
Hay lienzo y acrílico en esta muestra, y también impresiones digitales. Las protagonistas son muy conocidas.
Marilyn, Bette Davis, modelos de Vogue… Tengo predilección.
¿Qué las une?
Todas ellas eran muy inteligentes, y tuvieron muchos problemas en Hollywood. El hecho de que una mujer estuviera ahí como estrella tenía una contraprestación.