El Portovello, refugio para dos ocas de Molgas

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photo_camera Las dos ocas están resguardadas en la pajarera del Concello.
El Concello, como parte de la Reserva de la Biosfera, ha solicitado un control de visones para preservar la integridad de las ocas y pide a los vecinos que no les dé de comer fuera de su entorno habitual. 

Pensar en Allariz es hacer alusión a su río, a sus calles empedradas, a su gastronomía con sello local o a sus espectaculares paisajes. Tan parte de las señas de identidad alaricanas es todo lo anterior, como las ocas del entorno del Portovello. Una familia territorial, pero insigne y parte del encanto de esta villa. 

Los gansos están custodiados por el propio Concello desde hace años y, por este motivo, una vecina de Baños de Molgas, Josefa Garrido, pensó en cederle dos ejemplares al no poder cuidarlos ella. Después de varios años, motivos personales la obligarán a pasar fuera temporadas y quiso encontrar el mejor hogar para sus animales: Allariz. “Eu vou moitísimo a Allariz, encántame. Como alí hai ocas pensei que era un lugar no que ían a ser felices. Penso que van a axudar a que o entorno estea máis bonito”, cuenta Josefa, quien asegura que no dejará de visitarlas cuando regrese: “Penso volver a velas, a  levarlles comida… Non lle tiña nome, pero a mín coñécenme pola voz. Eu chámoas e veñen”, añade. 

A pesar de que Josefa siente un poco de nostalgia por separarse de ellas, pena “non ten” porque “non podo ter pena cando sei que van a estar moi ben. Se ti tes unha cousa bonita e a pode disfrutar máis xente, pois mellor”. 

Desde el departamento de Medioambiente del Concello de Allariz recibieron la donación con agradecimiento. Se decidió, por el momento, dejar los dos ejemplares en la pajarera del Concello para facilitar que se habitúen al entorno, al tiempo que las “veteranas” van integrando a las nuevas: “Se as soltas un día e hai outras, pois é posible que marchen porque xa nos ten pasado”, explica Bernardo Varela, concejal de Medioambiente y teniente de alcalde. “Unha vez que se acostumen xa as soltamos a todas xuntas. É unha imaxe chula que á xente lle gusta e elas teñen moito entorno para disfrutar”, añade. 

Para proteger a estas ocas, el Concello ha solicitado a la Xunta -dentro de un proyecto presentado como Reserva de la Biosfera- un control de las poblaciones de visones, ya que se sospecha que fue un ejemplar de esta especie el que pudo morder recientemente en el cuello a una de las ocas del grupo. El titular del área de Medioambiente también recuerda a vecinos y visitantes que, si su deseo es darles de comer, deben hacerlo en el propio césped y río y nunca fuera de su entorno, ya que su salida puede provocar algún accidente -esto ocurría, precisamente, a mediados del pasado año-.  “A xente botáballe de comer arriba, entón os animais acostumbráronse a saír do entorno do río. Esto é un problema. Non se pode facer, ten que ser no entorno do río”, puntualizaba Varela. 

En unos días la familia de ocas de Allariz tendrá cinco miembros, aunque puede que alguno más, ya que un ejemplar ya puso dos huevos.

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