Una treintena de familias del rural alaricano se han sumado este verano al proyecto municipal de compostaje comunitario de Allariz (conocido como RE) que promueve el reciclaje de los residuos que se generan en los hogares. "Fíxose a repartición de 30 composteiros, que se suman aos 300 que xa tiñamos distribuídos no rural, ás 24 illas de compostaxe da vila e a recollida porta a porta do material aos grandes produtores", recordaba Bernardo Varela, teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente del municipio que hace cinco años inició un proyecto del que siguen siendo pioneros en toda Galicia.
Miembros de Adega, colectivo ecologista que desde el principio colabora con el Concello en la implantación y desarrollo del programa, supervisaba esta semana el avance en el tratamiento de la materia orgánica de los nuevos participantes. "A climatoloxía e as restricións da auga provocaron que estiveran algo secos, algo que se pode arranxar fácil", comentaba María Rodríguez Lafuente de Adega, quien destacaba la implicación de la población como clave del éxito del programa. "Mudou a percepción. Cando empezamos só recibía mensaxes negativas de que non o iamos a conseguir. Hoxe, quen máis quen menos, separa en Allariz e ninguén se atreve a facer un comentario negativo, porque esta mal visto".
Sus palabras las refrenda el teniente de alcalde, quien recuerda que la tasa de reciclaje el año pasado alcanzó el 48%. Este año, la pandemia del coronavirus ofrece dos lecturas: "Ata o mes de xuño, co peche dos negocios (comercio, hostalería) rexistrouse unha diminución da reciclaxe nos contedores de vidro e papel, porque baixou o consumo. Con todo, a partir desa data, notamos unha recuperación e, nalgunhas fraccións como o vidro, os datos alcanzan ou mesmo superan os resultados de 2019", asegura Varela.
Este mes de septiembre el Concello de Allariz finalizará también el programa PIMA del Ministerio de Medio Ambiente, que ha permitido acciones de sensibilización y el refuerzo de la logística con nuevos contenedores de orgánico y aceite y la adquisición de una furgoneta para la recogida de la materia orgánica de grandes productores.
Como reflexión final, desde Adega, María Rodríguez señalaba que "mentres Ourense arde, Allariz fabrica chan fértil".
