Sin red de fibra por 10 metros

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photo_camera Ana, Marc y Verónica con sus respectivas tablets y ordenadores en O Viñal, Baños de Molgas, buscando cobertura. (Miguel Ángel)
Marc y Ana cambiaron Barcelona por O Viñal, en Baños de Molgas. Sin embargo, se plantean marcharse después de medio año intentando, sin éxito, conectarse a la red de fibra. Su vecina Verónica padece el mismo problema.

Marc Arjona y Ana Roca son de Barcelona, pero hablan de Baños de Molgas con más admiración que si fueran naturales de esta localidad ourensana, que les acoge desde hace medio año. “Esto es una paraíso”, subraya Ana, responsable de una empresa de márketing digital. Todas las mañanas, Ana y Marc -este último informático y responsable de mantenimiento de sistemas operativos de Apple- se bañan en el río Arnoia. Esta costumbre forma parte de un conjunto de hábitos que han adquirido para la mejora de la salud de Ana. Y es que encontrar una zona verde, donde poder salir a respirar aire puro y con buenas condiciones ambientales y climáticas, es el motivo de peso que ha llevado a la pareja y a su hijo de 11 años a cambiar la ciudad condal por el rural ourensano. 

Sin embargo, la imposibilidad de contar con red de fibra y cobertura móvil -su casera ya la había pedido, sin éxito, antes de la llegada de los inquilinos- podría obligarles, en breve, a dejar O Viñal. También a despedirse de su vecina, Verónica, que padece el mismo problema y que reside en la casa de enfrente. La hija de esta, al igual que el de Marc y Ana, tiene que acudir al bar más próximo para poder realizar los trabajos que le mandan en el instituto y para emplear la aplicación Classroom, ya que la red de cobre, de un mega, no le alcanza.

Pese a que en O Viñal hay red de fibra, la ubicación de las dos viviendas supera, por unos pocos metros, la longitud máxima para conectar los cables. “Yo la solicité cuando se puso el servicio en la zona, en marzo de este año”, recuerda Verónica. “No tenemos fibra por diez metros. Unos 390 hay desde la caja de conexión hasta el poste de casa, y bajar el trozo que iría enterrado pues serán 15 metros más -no se podrían superar los 400-. El técnico solicitó una caja para un poste cercano pero no la autorizan”, lamenta. 

Desde entonces, ambas familias han reclamado a Movistar una solución y han puesto en conocimiento del Concello de Baños de Molgas la situación, que les ha cedido a Marc y a Ana el salón de plenos para trabajar. 

Los vecinos de O Viñal aseguran que otros técnicos han hecho nuevas mediciones y los metros existentes hasta el poste sí permitirían la instalación sin problemas. También que han solicitado cajas de conexión hasta en siete ocasiones. “Pero nada, no vino nadie. Ahora nos dicen que hay que cambiar un poste de otro lugar y que hasta que eso pase no pueden hacer nada. Eso puede llevar un montón de tiempo”, subraya Verónica. 

Ana cuenta que, de 20 clientes que tenía antes de mudarse a Galicia pasó a siete para reducir el ritmo de trabajo. Sin embargo, la falta de una cobertura óptima ha hecho que se quede con uno. “Trabajo con americanos, y de madrugada no puedo ir a conectarme a ningún sitio”, lamenta Ana. “Llevamos 10 años trabajando desde casa. Venimos aquí para poder aprovechar esto y nos tenemos que ir fuera. Nos parece ir hacia atrás”, añade. Tampoco tienen casi cobertura telefónica y para trabajar disponen de un router que funciona vía radio. “Al final, si esto no se soluciona, nos vamos a tener que marchar. Hemos agotado todas las vías para solucionar esto, y nos duele tener que empezar de cero por no tener fibra”, concluye Ana.

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