MEDIO AMBIENTE

La Reserva de la Biosfera ofrece modelos de gestión sostenible

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photo_camera La granja ovina de O Rexo es uno de los ejemplos que se estudiarán en "Bio-models".

Participa en el diseño de un proyecto de lucha contra el cambio climático junto a León y Asturias

La Reserva de la Biosfera Área de Allariz participa, conjuntamente con las de Alto Bernesga (León) y Somiedo (Asturias), en el proyecto estatal "Bio-Models" para el análisis de modelos de gestión sostenible que podrían utilizarse en la lucha contra el cambio climático.

La iniciativa, promovida por la Agrupación para el Desarrollo Sostenible y la Promoción del Empleo Rural (Adesper) con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, "consiste en recopilar en las reservas de la biosfera participantes ejemplos de buenas prácticas en torno al cambio climático, que después puedan desarrollarse en otros territorios", explica Álvaro Villoldo, coordinador de "Bio-Models", que destacaba como actividades tradicionales relacionadas con el rural, como la agricultura o la ganadería extensiva, mitigan los efectos del cambio climático.

Demostrar con datos científicos la veracidad de sus palabras es el objetivo de este proyecto que incorpora la participación local a la investigación científica.

El papel de estas tres reservas, incluida el Área de Allariz conformada por los concellos de A Bola, Allariz, Rairiz de Veiga y Vilar de Santos, consiste en la emisión de datos sobre la actividad que se desarrolla en el territorio "desde como se xestiona o medio ambiente ata a existencia en Allariz dunha planta de biomasa, pasando pola xestión dos terreos de montes veciñais que se poñen en valor con vacún autóctono ou o desenvolvemento dun proxecto de horta ecolóxica con tracción animal, a actividade do mercado semanal da Reserva da Biosfera ou o proxecto do Rexo", enumera Bernardo Varela, concejal de Medio Ambiente de Allariz y gestor de la reserva alaricana.

Una vez recopilados todos estos datos, la dirección de "Bio-Models" se reunirá, bien a través de sesiones privadas o jornadas abiertas, con la gente que trabaja en el territorio con el objetivo de conocer de primera mano su experiencia.

"Ellos, igual ni lo saben, pero con su trabajo están luchando contra el cambio climático", subraya Villoldo, que enfatiza en la importancia de la creación de un "área de aprendizaje" participativa que involucre a las organizaciones de la sociedad civil, centros de investigación o responsables políticos, entre otros.

Durante los doce meses que dura este proyecto estatal, técnicos y científicos trabajarán en torno a cinco áreas de trabajo que son la adaptación de marcos teóricos a las condiciones locales, los modelos de gestión sostenible del agua y la biodiversidad, de los sistemas forestales y de los sistemas agrarios, así como la construcción de escenarios futuros frente al cambio climático.

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