Pensar en el entorno del Portovello alaricano y del Museo do Coiro sin recordar a sus míticas y territoriales ocas -custodiadas por el propio Concello de Allariz- es tarea imposible. Más de uno ha tenido que salir "por pata" tras pisar el territorio de estas aves tan míticas, como llenas de carácter y muy queridas, en todo caso, por los alaricanos, que a comienzos de esta semana tuvieron que lamentar la pérdida de una de ellas luego de ser atropellada por un vehículo. Otra fue herida en el mismo accidente que, desde el Concello de Allariz, calificaron como "un despiste" del conductor, el cual se encuentra muy apenado tal y como afirmó el teniente alcalde, Bernardo Varela: "Chamáronme no momento do suceso, pero non houbo nada que facer por unha delas", lamentaba este martes el edil alaricano. "Outra estaba un pouco ferida, pero non se deixaba coller", añade.
Durante toda la jornada de este martes, las dos ocas que sobrevivieron al accidente permanecieron, sin moverse y en una muestra de lealtad, en el lugar en el que perdieron a su compañera, frente al Festival de Xardíns. Desde el Concello de Allariz, Bernardo Varela pide que no se dé de comer a estas aves fuera de la zona verde para evitar más riesgos: "Quizáis a xente non debería darlles de comer na zona de arriba, ao carón das casas, aínda que é posible que as aves se achegaran á parte do asfalto porque, ao estar quente, pode que lles apetecera estar alí", explicó el concejal de Allariz.
Difícil supervivencia
La superviviencia de esta especie en las inmediaciones del río de Allariz está condicionada al ataque de depredadores como visones americanos. "As femias, cando quedan ao coidado da polada, mátanas", aseguró el teniente alcalde de Allariz, quien lamentó la pérdida de una de las ocas pues se trata de tres aves "que animan moito a zona".
