Los vecinos de Queiroás da Igrexa recuperan los trabajos para la elaboración de los ciclos del pan

LR.-  A primeras horas de la mañana, una veintena de vecinos de la parroquia de Queiroás da Igrexa se reunía para comenzar los trabajos de la siega, el primero de una lista de celebraciones que busca recuperar las labores del ciclo del pan. Los trabajos concluyeron con una gran comida popular.




Un año más, el Concello de Allariz da comienzo a las fiestas etnográficas del ciclo del pan con la celebración de la ’festa da seitura’. Alrededor de una veintena de vecinos de Queiroás da Igrexa se levantaban a primera hora de la mañana para comenzar con los trabajos de la siega. ’Para comer nos reuniremos cerca de 100 personas, pero para la siega apenas estamos una docena’, apuntaba Manuel Vilariño, uno de los asiduos a esta fiesta. Las mujeres menos numerosas, sobre todo a primeras horas de la mañana, también participan en el ciclo. ’Para poder venir aquí me he tenido que levantar a las siete de la mañana, acomodar la casa, los animales y dejar la comida hecha para las dos personas mayores que tengo en casa, que no pueden venir a la xuntanza’, comentaba Aurora Guntín. Su relato se asemeja bastante a la historia que le tocó vivir de joven. ’Entonces las mujeres también se llevaban la peor parte de la siega’, puntualizaba.

Hace 12 años que se celebraba la primera ’Festa etnográfica da seitura’. Desde entonces, la asistencia es menor cada vez. ’Los primeros años venía mucha gente de fuera, ahora apenas quedamos los vecinos de Queiroás, ¡y no todos participan!’, apuntaba uno de más jóvenes, Demetrio Vilariño.

Pasadas las diez y media de la mañana, un poco más tarde de lo habitual debido a que el tiempo no acompañó demasiado, los vecinos se dirigían al campo de centeno. ’Hace unos años, la siembra se hacía en una vistosa ’eira’ cerca del pueblo pero a causa del jabalí, que está muy activo últimamente, nos vimos obligados a realizar la siembra en este otro campo, más pequeño y menos lucido’, relataban los vecinos. El trabajo estaba perfectamente organizado. Mientras unos siegan, otros se encargan del vino y de preparar el almuerzo. ’Toda una satisfacción cuando llevas un rato trabajando y aparecen las mujeres con bandejas de queso, chorizo y torradas’, apuntaba uno de los segadores, Paco Fernández. Al terminar la tarea, cerca de un centenar de vecinos se reunía en una comida popular a base de empanada y cordero. Mientras que por la tarde, la actuación de los gaiteiros de Allariz ponían el punto y final a la celebración.

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