Alcaldes lusos urgen acelerar la prolongación de la AG-31

La reivindicación de la conclusión de la autovía Celanova-Xurés, en el marco de la mejora de las comunicaciones transfronterizas con el norte de Portugal a través de la IC-28 Arcos de Valdevez-Ponte da Barca, sigue latente a las puertas de celebrarse la próxima Cumbre Ibérica en Viana do Castelo. La Cámara municipal de Arcos de Valdevez, presidida por João Estevez, reiteraba ayer la necesidad de “concretizar” la mejora de esta infraestructura que mejorará sustancialmente la movilidad de personas y empresas, y cuya ejecución “dará un nuevo impulso en el desarrollo sostenible de estos territorios y tendrá un papel decisivo en la fijación y atracción de personas e inversiones para esta región transfronteriza”, dijo Estevez, quien en los últimos tiempos se ha mostrado contundente a la hora de ”exigir” una apuesta real por el eje que vertebraría un territorio donde residen medio millon de habitantes. Desde la Cámara de Arcos de Valdevez hacían alusión ayer a la reciente participación, conjuntamente con el vicepresidente de Ponte da Barca, José Alfredo Oliveira, en una reunión de trabajo de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) de Vigo a la que asistió el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, para abordar asuntos transfronterizos y “nomeadamente relacionados com a melhoria da ligação do IC28 à fronteira da Madalena e a Celanova”, recogen en un comunicado. La alcaldesa de Lobios, Mari Carmen Yáñez, tildaba ayer de “trabajo de fondo” las gestiones que, desde hace tiempo, mantienen los regidores de ambos lados de la “raia” para lograr su objetivo. “Somos insistentes y con argumentos sólidos de que lo que pedimos es viable y necesario para el desarrollo del territorio a nivel empresarial y turístico”, dijo la alcaldesa del PP de Lobios, quien confirmó que el contacto es fluido para lograr sus objetivos, y que pasan por la inclusión del proyecto en la agenda de la cumbre ibérica. Ese fue el motivo del acto celebrado en agosto en A Madalena, donde representantes de cámaras portuguesas y concellos ourensanos, respaldados por la CIM Alto Minho y la Diputación de Ourense, firmaron una carta dirigida al primer ministro de Portugal, António Costa, y al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, para la mejora de la comunicación transfronteriza por el Xurés. Acción que después reforzó el Parlamento de Galicia con la petición formal de instar al Gobierno español a que incluya en el orden del día de la “cimera” ibérica, “a conexión por autovía entre Celanova e a fronteira portuguesa”, defendió en comisión el parlamentario ourensano José Antonio Armada, trasladando el interés manifiesto de la Xunta por mejorar las comunicaciones con Portugal. “Galicia representa máis do 50% dos movementos fronteirizos con Portugal”, subrayaba citando fuentes lusas, las mismas que, en Ponte da Barca, cifran en unos 4.000 el volumen de vehículos en este paso. Eje natural y directo La llegada del AVE a Ourense, que se ha convertido en principal puerta de entrada para los vecinos del norte de Portugal, “ha reforzado más que lo que veníamos reivindicando desde hace años, tenía sentido y cabida”, dice Yáñez, quien entiende que “no se trata de tirar balones fuera, sino de ver con qué fondos cuenta cada uno y mirar de mejorar esta conexión”, ante la diferencia de opiniones entre Xunta de Galicia y Gobierno de España por dirimir de quién es la competencia de liderar un proyecto de mejora viaria transfronterizo que, en la provincia, pasa por la continuación de la autovía gallega AG-31. Mejora la seguridad y acorta tiempos El futuro de las comunicaciones viarias por este eje transfronterizo pasa, en el lado portugués, por una mejora de la actual carretera con una inversión estimada de 15 millones de euros para un tramo de 28 kilómetros. En territorio ourensano, la petición unánime de representantes políticos, así como agentes sociales, culturales y empresariales de la provincia, pasa por la conclusión de la autovía de Celanova AG-31. Un nuevo trazado que mejore la conducción y la seguridad y que reduzca los tiempos de conexión, al evitar los 14 núcleos de población que atraviesa la OU-540 entre el enlace de la AG-31 y A Madalena (42 kilómetros).