LEY DEL SILENCIO

Bande, dividido y temeroso por el
 pulso entre la diputada y el sargento

photo_camera Centro neurálgico de Bande, en cuyo entorno se sitúa la zona en la que proliferaron las polémicas multas. (MARCOS ATRIO)

Nadie en la localidad quiere dar la cara a la espera de que se resuelva el destino del jefe del puesto de la Guardia Civil. 

La polémica actuación del sargento de la Guardia Civil responsable del puesto de Bande marca el devenir diario de los vecinos de la localidad. La posibilidad de que sean las víctimas de un pulso que mantiene con la diputada "popular" Ana Belén Vázquez extiende el temor a hablar abiertamente. Exponen su opinión, pero continuamente ruegan que no se les identifique ni que les saquen fotografías. El blanco de todas las quejas es el sargento, pero son muchos los vecinos que también responsabilizan de la situación a la diputada y al 'pique' que mantienen entre ambos.

El foco del conflicto es el elevado número de multas que impone la Guardia Civil en las travesías que conforman el corazón de la villa, fundamentalmente la carretera N-540, que enlaza Ourense con la frontera portuguesa. En el primer establecimiento hostelero que entramos ya nos marcan la pauta que se repetirá a lo largo de todo el recorrido por el pueblo: "Por favor, non poña o nome do local nin saque fotos, porque despois poden vir os problemas", afirma el responsable. Este achaca todo el conflicto que se vive en Bande al sargento de la Guardia Civil: "Fixo cousas que non tiña por que facelas, pero o que máis molesta é que non da a cara: saca as fotos, toma nota e despois chega a multa".


Señales de aparcamiento

Metros más abajo otro bar, cuyo propietario está muy molesto con la situacion: "O aparcamento acabou con nós. Antes a xente podía parar dous ou tres minutos para tomar un café, pero hoxe xa non para e sigue cara Celanova". Encuentra incongruente que en la calle haya señales que regulan el aparcamiento. El problema se enconó cuando hace un año pintaron una línea continua en la carretera N-540 y desde entonces proliferaron las multas a todos los que aparcan en esa zona. "O que non entendemos é por que daquela podíase aparcar e agora non. Levo 32 anos co bar e os guardias paraban aquí a tomar café e non pasaba nada".Sin embargo, uno de sus clientes está en desacuerdo: "O que pasa é que a xente quere o coche á porta e aparca encima das aceras, o que é unha vergoña, sobre todo nunha carretera tan estreita como esta".

Un taxista, que recoge a una clienta en las inmediaciones, achaca todo a un enfrentamiento personal entre el sargento y la diputada: "É unha cousa entre os dous. Como a multou a ela, rebelouse. É todo un pique entre ela e o sargento, e o pueblo está no medio".

En otro establecimiento próximo el propietario guarda silencio al preguntarle si hay tensión en el pueblo, pero uno de sus clientes reconoce que "a situación sí é tensa". Lo mismo asegura el encargado de otro comercio, pero declina decir nada más "porque onte falei e xa me chamaron a atención". Una vecina que regresa con la compra a casa comenta que "o sargento portouse moi mal. Puxo moitas multas e esa non é a solución".

En otro bar próximo el propietario dice con sorna: "Sarxento?, que sarxento?, eu non sei quen é... Vostede é periodista e entenderame se non digo nada", y uno de sus clientes concluye: "Cando o sarxento marche, se é que marcha, volva vostede e entón falaremos".

Un repartidor de pan que detiene su coche en la vía conflictiva reconoce que hay tensión: "Dicen que o sarxento cumple a lei, pero pódese facer doutro xeito". En una línea semejante se expresan los propietarios de dos establecimientos situados calle arriba. El primero es tajante: "O sarxento cumple a lei a rajatabla, que é o que deberían facer todos os españoles", mientras el otro dice que "con moitas multas estou dacordo. El multa a todos e ó mellor se excede, pois podía ter mais man esquerda", y está convencido de que todo es fruto del enfrentamiento con la diputada, "de feito, se ela non fora diputada a el non o botarían".

“Se entrometen  en competencias que no son de ellos"

Carlos Domínguez, secretario de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, asegura que el conflicto surge porque el Concello y otra institución -por la diputada Belén Vázquez- "se entrometen en competencias que no son de ellos", esto es, las competencias de Tráfico, "y de hecho Jefatura de Tráfico dice que las multas son totalmente correctas". Domínguez llama la atención al hecho de que el cuartel actúa en varios concellos y sólo hay conflicto en Bande. Concluye indicando que "la gente a quien le tiene miedo es a la otra parte, al Concello, que es quien decide muchos contratos de empleo".

En el vértice opuesto se sitúa otra vecina, que confiesa ser hermana de la diputada: "A xente tenlle medo ó sargento. A mín púxome seis multas, recurrinas todas e xa levo gañadas tres". Insiste en que el responsable de todo es el sargento: "A xente tenlle moito medo e os propietarios dos negocios moito máis, porque pode ir a por eles". Concluye indicando que "o sarxento deu con Bande, que é un pueblo moi tranquilo, porque noutro lado non sei como lle iría".

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