Bande restaurará el “foxo do lobo” como reclamo turístico

El "foxo do lobo" de As Covateiras", en el Monte Grande de Bande, está siendo objeto de una intervención que completará la restauración de este elemento constructivo que, entre los siglos XV y XIX, sirvió para la caza de lobos a los vecinos de Bande, Verea y mismo de Rairiz de Veiga. La particularidad de este "foxo" banduense radica en su construcción, que es en forma de cruz con cuatro paredes, y no dos, que son las que componen los denominados "foxos" de convergencia. La actuación refuerza el proyecto del parque arqueológico impulsado en este monte que comparten varios pueblos de Bande, donde se conservan mámoas, petroglifos, fuentes y, desde este año, un área de información diseñada como puerta de entrada al paraje natural, con esculturas contemporáneas de los artistas Toño Monteiro y Diego Currás. La recuperación del "foxo das Covateiras" la promueve el Concello de Bande, con la colaboración económica del Grupo de Desenvolvemento Rural GDR-10 Limia-Arnoia, que costeará cerca de 23.500 de los 27.800 euros a los que asciende la obra. "A intervención no foxo pon de relevo os roteiros do Monte Grande, onde se xuntan tanto o patrimonio material como de natureza", señalaba la regidora de Bande, Sandra Quintas, quien esta misma semana se desplazaba hasta la zona para supervisar el inicio de los trabajos. Limpieza y señalización Esta intervención en As Covateiras completará la ejecutada en el 2009 por la Xunta de Galicia en el marco del proyecto "Roteiro arqueolóxico etnográfico interpretativo dos ecosistemas forestais do Monte Grande I e II", donde se reconstruyó el pozo y una pequeña parte de los muros (dos o tres metros). "Agora levaremos a cabo a reconstrución de entre 20 e 30 metros de longo en cada parede a través da técnica de pedra seca, que foi declarada Patrimonio Cultural Inmaterial da Humanidade. Queremos darlle unha maior entidade ao foxo. As paredes culminaranse en sensación de ruína para que non se vexa un corte brusco", describía David Pérez, arqueólogo que lidera los trabajos conjuntamente con Celso Barba. En los primeros días de trabajo en Monte Grande se ha llevado a cabo el desbroce de la maleza del pozo y todo su entorno, incluido el camino de acceso, así como la acumulación de la piedra original de las distintas paredes para su inmediata reconstrucción. El proyecto, que se prevé que este listo para finales de septiembre, incluye la instalación de una escultura de loba en acero corten sobre un "penedo", señales y paneles informativos.