Sucesos

Buscan por tierra y aire a un vecino desaparecido en Bande

El nonagenario ya había intentado fugarse la semana pasada de su domicilio en Portoquintela

 La Guardia Civil de Bande, la unidad de drones de la Mancomunidade de bombeiros Terras de Celanova, asociaciones vecinales y Protección Civil buscan incansablemente a José García Prieto, un vecino de Portoquintela que lleva desaparecido desde las 17:30 horas de la tarde del domingo.

El hombre, de 93 años, presenta un deterioro cognitivo y según la Guardia Civil, tiende a la desorientación. 

No es la primera vez que José desaparece. La semana pasada el 112 ya había sido alertado ante la ausencia del individuo y más tarde fue encontrado en una carretera dirección Santa Comba.

Según informó la alcaldesa de Bande: "No es la primera vez que se escapa. La nieta había pasado  el día anterior por su casa para tramitar su ingreso en una residencia. Cuando su nieta se fue, y su mujer bajó a por leña, aprovechó para irse con la que excusa de que tenía que ir a cortarse el pelo a Bande".

José no tiene una gran movilidad y los vecinos afirman que solía parar coches y pedir que lo transportasen a otros lugares, por lo que algunas hipótesis apuntan a que el hombre pudo haberse subido a un vehículo en su fuga, dado que su movilidad y el tiempo que tardó en desaparecer de las inmediaciones de su vivienda no son consecuentes.

Por el momento se está peinando la zona cercana a su vivienda entre vecinos, voluntarios, brigadas del parque, Guardia Civil y los bomberos de la Mancomunidade de Celanova, que portaron drones para ampliar la búsqueda desde el aire.

Sin rastro de la mujer perdida en Amoeiro

El pasado miércoles el hijo de María del Carmen Rodríguez veía a su madre por última vez. Desde el jueves siguiente, los vecinos de Amoeiro, personal de Protección Civil de varios concellos, quads, drones y hasta 40 efectivos de la Guardia Civil, incluyendo la de montaña, continuaban su búsqueda exhaustiva superando un radio de 3 kilómetros habiendo repasado cinco veces los mismos.

La desaparecida, de  88 años, presenta un deterioro cognitivo avanzado. Es de complexión delgada, mide 1,50 metros de altura, ojos verdes y pelo largo blanco. Cada día, acostumbraba a caminar por la zona, y pese a su estado de salud mental, recorría largas distancias, aunque nunca sin alejarse demasiado de los alrededores de su vivienda. Su marido vivía en una casa paralela y, según declaran los vecinos, acostumbraba a cuidar de ella pese a que vivían separados.

Los vecinos y la Guardia Civil continuaban este lunes la búsqueda por tierra y aire por quinto día consecutivo, cuando el caso pasó a lo judicial.

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