Baixa Limia

Una corta de madera daña la Vía Nova a la altura de Lobios

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photo_camera Estado en el que se encuentra la antigua calzada romana tras el paso de las máquinas.
El paso de maquinaria pesada por la calzada romana ha levantado piedras y generado socavones

La retirada de madera tras una tala efectuada en la zona conocida como Mouruás, en el concello de Lobios, ha dañado un tramo de la calzada romana Via Nova que comunicaba Braga (Portugal) y Astorga (León). Representantes de Patrimonio, pero también miembros de la Policía Autonómica se desplazaban en la jornada de ayer hasta este concello fronterizo para conocer el alcance de los daños y dirimir responsabilidades.

Piedras movidas y zonas hundidas con socavones es la imagen que presenta el tramo de vía afectada, unos 300-400 metros que antiguamente eran de tierra abatida con un muro de contención en la parte inferior de la ladera, pero que con el paso de los años y el abandono se fue cubriendo con una capa de tierra. Tanto la corta de la madera, como los terrenos donde se produjo la agresión, dependen de la comunidad de montes Río Caldo-Xurés, cuyo presidente Domingo Rodríguez lamentaba ayer lo sucedido y lo achacaba a un error humano. "Nosotros somos los máximos interesados en preservar la Via Nova, nadie va a destruir intencionadamente un atractivo que tiene la zona. Evidentemente hubo un error, un fallo", declaraba el presidente. "Llevamos a cabo la corta dentro de las actuaciones del plan de prevención de incendios, manteniendo limpio el perímetro alrededor de pistas y carreteras e incluso designamos a una persona para que estuviera vigilante para evitar daños en ejemplares autóctonos, pero cometió un error al no advertir al maderero de la existencia de la calzada y de la imposibilidad de transitar por ella con la procesadora", explicaba Rodríguez, quien hacía hincapié en que gran parte de la madera se retiró por una pista superior pero, por comodidad, los que quedaban lejos de la carretera OU-312, la empresa decidió sacarlos por abajo dañando un tramo de vía.

Según el relato de los comuneros, la tala de madera se produjo de manera intermitente entre el 18 de enero y el 5 de febrero, si bien no fue hasta la semana pasada cuando saltó la voz de alarma. Expertos consultados apuntan que el paso de maquinaria cargada de madera por encima de la vía ha dejado daños evidentes, mientras los comuneros defienden que son superficiales "y no afectan a la estructura". Con todo, Rodríguez asegura que colaborarán en la posible subsanación o reparación de la calzada para devolverla a su estado original.

Autorización de Patrimonio

La actuación, en terrenos del Parque do Xurés y junto a los restos de una mutatio (estación de descanso entre dos mansiones) romana, carecía de autorización por parte de Patrimonio. "El maderero tramitó la solicitud de corta, pero por la distancia que separaban los árboles de la calzada, no se nos ocurrió solicitar autorización a Patrimonio", reconocía Rodríguez. 

Desde el Concello, la alcaldesa Mari Carmen Yáñez aseguraba estar al tanto de la situación, si bien declinaba realizar ninguna declaración hasta conocer lo ocurrido. "Queremos ser prudentes a la hora de manifestarnos. Vamos a actuar para defender los intereses generales y reclamaremos su rehabilitación".


Un eje de comunicaciones diseñado en el siglo I


La Via Nova se construyó en el siglo I d.C. para comunicar por el interior de Galicia las capitales de Brácara Augusta y Astúrica Augusta. Se trata de un trazado de 215 millas, unos 318 kilómetros, que atraviesa tierras lusas, ourensanas y leonesas donde los romanos erigieron puentes, mutatios o mansiones; sin olvidar los miliarios, marcos de piedra ubicados junto a la vía para marcar las millas. Además de tramos de la vía, en la comarca se conservan restos de las mansiones Aquis Originis en Lobios y Aquis Querquennis en Bande y, bajo las aguas de As Conchas, A Pontepedriña.

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