Iniciarán una campaña de extracción en un comunal de Lobeira para ver la rentabilidad del producto
Un grupo de jóvenes de Bande iniciará esta primavera una primera campaña experimental para evaluar la rentabilidad del aprovechamiento de la resina de los pinus pinaster, una sustancia sólida o de consistencia pastosa que se utiliza en las industrias madereras, alimentarias y hasta farmacéutica.
La idea de aprovechar la resina de los pinos para generar una actividad económica en las tierras de la Baixa Limia surgió a raíz del foro "Transformando Ourense" (TOU) que en mayo del año pasado impulsó el Concello de Bande con la colaboración de la Diputación de Ourense para visibilizar iniciativas empresariales de éxito que sirvieran de referencia para su aplicación en la provincia.
"Escoitamos a idea e falamos da posibilidade de levar a cabo unha proba para ver a súa rendibilidade", explicaba Xurxo Domínguez Otero, uno de los participantes del proyecto, que reconocía que ya en 2014 llevaron a cabo una experiencia piloto que le sirvió de experiencia para detectar y corregir los errores. "Valeunos para saber qué facíamos mal. Foi unha toma de contacto para ver como se facían as picas, de que xeito colocar o bote ou facer o desroñe e, algo moi importante, é primordial organizar o traballo e facelo co terreo desbrozado", enumeraba Domínguez Otero.
Volumen de negocio
Con la lección aprendida, el colectivo integrado por desempleados y trabajadores que buscan desarrollar en el rural una segunda ocupación, se ha marcado como reto para 2015 completar una campaña con 15 picas (que son las heridas que se le hacen al pino para que eche la resina cada 12 días), en un pinar de 1.000 ejemplares que les ha cedido para su estudio una comunidad de montes de Lobeira. "Cambiaremos as impresións do ano pasado por datos. Noutros lugares de España se fala que, cunha media de 3,6 kilogramos ao ano por exemplar, sería rendible, posto que o kilo de resina ronda o euro", explica Xurxo Domínguez, que matiza que "o rendemento que poden dar aquí está no aire. Ata non facer a campaña, non saberemos ata que punto compensa a actividade".
La campaña comenzará entre marzo y abril, tras el desbroce del terreno. Los resineros se encargarán del desroñe (que es el alisado de la cáscara en un tramo de 50 centímetros en vertical) antes de colocar la chapa y el bote donde se recogerá la resina. En el mes de mayo, y hasta octubre, se llevarán a cabo las picas. Una cada doce días en un trozo horizontal de 12 centímetros de ancho "aplicando, a continuación, na parte superior da ferida unha solución de ácido sulfúrico co fin de evitar a cicatrización da ferida e prolongar a resignación ata os 12 días", relata Domínguez.
Si los datos son positivos, el objetivo de los resineros ya está marcado: "A idea sería alugar os piñeiros ás comunidades de montes para darlle traballo á xente da zona", señalan los promotores, que advierten que el aprovechamiento resinero de cada ejemplar se extiende hasta los 25 años y es totalmente compatible con otros usos, como el maderero, la caza o la micología.
