El destino quiso que Felisa Suárez y Arturo Fernández se conocieran hace más de 30 años en Suiza

Tras media vida es impensable el retorno

 El matrimonio compuesto por Arturo y Felisa regresa siempre que puede a Bande. (Foto:  Marcos Atrio)
En la comarca del Alto Deba, en el corazón de Guipúzcoa, iniciaron hace ya 34 años una vida en común Felisa Suárez y Arturo Fernández. Este matrimonio ourensano, que se conoció en la década de los setenta durante un corto periodo de la emigración en Suiza, aseguran que ‘ni se nos pasa por la cabeza volver.
Llevamos más de media vida fuera de Ourense. Allí están los hijos, el nieto y los amigos’, confiesan. Sin embargo, cada mes de agosto regresan a Bande, concello natal de ella, a pasar sus vacaciones.
Felisa Suárez y Arturo Fernández han celebrado en este 2008 sus 35 años de casados. Estos dos ourensanos, ella de Sarreaus (un pueblecito del Concello de Bande) y él de Ourense capital, se conocieron en la década de los 70 durante su estancia en Suiza y, desde entonces, no se han separado. ‘Nos presentaron en Suiza y , apenas un año después de casarnos, decidimos regresar a vivir a España’, confiesa Felisa Suárez. Como muchos otros emigrantes, vieron en el valle del Deba, en la provincia de Guipúzcoa, un excelente lugar para crear juntos su proyecto de vida. ‘Aquella es una zona industrial con muchas oportunidades laborales y, además, teníamos familia allí que nos aconsejó que nos quedáramos. Desde entonces, allí vivimos’, relata Arturo Fernández. Tres décadas después, han pasado de joven matrimonio a padres de familia y, ahora, abuelos del pequeño Íker. ‘La vida ha querido que nos estableciéramos en Aretxabaleta y allí han nacido nuestros hijos y, ahora, el pequeño, nuestro primer nieto Íker’, confiesan estos jóvenes abuelos que acaban de cumplir los 61 años. Después de intensas jornadas de trabajo, él como operario de una empresa industrial de la comarca y ella en el sector de la hostelería, ‘ahora somos dos jubilados que disfrutamos de la vida’, confiesan. Lejos de querer volver a vivir a Ourense, Felisa y Arturo, coinciden a la hora de hablar de las maravillas de su pueblo de acogida: ‘Aretxabaleta es un pueblo tranquilo, con todas las comodidades de una ciudad y, además, está a un paso de Vitoria’, enumera Felisa Suárez.

De regresar, ni hablar

Por eso, a la hora de hablar de regresar a vivir a Ourense, los dos tienen el mismo pensamiento: ‘Allí se vive muy bien’, responden al unísono. En más de una ocasión, confiesa el matrimonio, ‘la familia nos pre gunta por qué no volvemos, pero lo que muchos no entienden es que llevamos más de media vida fuera de Ourense y ahora, nuestros hijos, nuestro nieto y nuestros amigos están allí’, confiesa Arturo Fernández, su mujer, asiente.

Ahora sí, las vacaciones en la provincia son obligadas. ‘Hace tiempo que nos compramos una casa, aquí en Bande, y venimos siempre que podemos. En verano y también en Semana Santa, además, de vez en cuando hay que venir a ver a la familia’, añade Arturo Fernández.

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