Lobios ha tenido que renunciar a la ayuda de la Xunta por el retraso de la aportación del Gobierno
El acondicionamiento de caminos, la limpieza de cunetas y obras de fábrica, la recuperación de parte del abastecimiento de agua de Picós, Prado y Xermeade o la reparación de la fosa séptica de Alvite, donde ardieron respiraderos y numerosas tuberías, son algunas de las actuaciones que acaba de rematar el Concello de Muíños dentro de los trabajos de reposición de los daños producidos en el gran incendio ocurrido en el municipio en octubre de 2017 y que arrasó cerca de 4.000 hectáreas entre Muíños y Lobios.
Las acciones llevadas a cabo este otoño han permitido retomar servicios y mejorar la imagen en algunos puntos, como la pista de acceso a la aldea abandonada de Salgueiro, "pero todavía quedan cosas por mejorar, caminos por reformar, porque no nos ha dado para todo", reconocía el alcalde, Plácido Álvarez, en referencia al proyecto presupuestado en 137.000 euros "que se supone que financiarán al 50% entre la Xunta y Gobierno central. Por lo pronto, y para no perder la aportación autonómica, nosotros hemos adelantado la parte estatal", reconocía el regidor popular. Preguntados por esta cuestión, fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Ourense aseguraban ayer que, entre finales de este mes y principios de enero, saldrá la orden de ayuda a los concellos afectados por los incendios hace un año.
Sin embargo, este retraso en la tramitación de las ayudas estatales ha obligado al Concello de Lobios a tener que renunciar a la aportación económica de la Xunta de Galicia. "El compromiso (del Gobierno central) no se hizo efectivo y nosotros no teníamos ese importe para co-financiar las obras valoradas en 120.000 euros", reconocía la alcaldesa de Lobios, Mari Carmen Yáñez, quien explicó que en este municipio "los daños se concentraban en las pistas, no había nada urgente. Así que las iremos arreglando cuando se pueda con medios propios y con la ayuda de la Diputación", dijo.
Poner freno a la sangría de incendios que cada año arrasan el Parque do Xurés es una prioridad para los regidores de la zona. En este sentido, Yáñez destacó la importancia de la mejora de la pista al monte de Guende efectuada recientemente por la Xunta porque "además de facilitar el paso de la motobomba, sirve de franja de seguridad", resumía.
Sin ayudas públicas se quedaron también los damnificados por las llamas que, en 2016, arrasaron unas 3.000 hectáreas en Entrimo. "No se recibió ni un duro, ni para el Concello ni para los particulares", asegura el alcalde, Ramón Alonso, quien lamenta que dos años después haya servicios básicos "en precario".
