SUCESO

Nadie se explica la muerte del vecino de Muiños calcinado

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photo_camera El vehículo, que quedó completamente calcinado, estaba ayer en las dependencias del cuartel de Lobios.

La investigación para esclarecer el suceso sigue abierta, aunque los vecinos hablan de un accidente

La Guardia Civil mantiene abierta la investigación para tratar de esclarecer la muerte de Delmiro Duraes, un vecino de Muiños de 49 años, cuyo cuerpo aparecía el domingo en el interior de un coche completamente calcinado en una pista forestal de Albite, en la parroquia de San Salvador de Prado.

Los hechos sucedieron a última hora de la tarde, siendo a las 20,40 horas cuando un particular alertó a los servicios de emergencias de la existencia de un coche ardiendo en una pista de tierra, a unos 500 metros del pueblo. Una vez personados en el lugar los efectivos del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Muiños, se confirmó la existencia de una persona calcinada en el interior del turismo.

La titularidad del vehículo, a nombre del hermano, así como su ausencia del domicilio familiar, hicieron sospechar casi desde un primer momento a los vecinos la identidad del fallecido. Sin embargo, oficialmente esta deberá ser ratificada aún con las pruebas de ADN.


Prudencia


El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, hacía ayer un llamamiento a la prudencia a la espera de conocer el resultado de la investigación policial. "Tenemos que ser cautos y esperar a lo que diga la autopsia y el resultado de la investigación", señalaba Castro, en referencia a la labor que, desde un primer momento, está llevando a cabo la Policía Judicial de la Guardia Civil.

No obstante, en Albite tanto los vecinos como el hermano de la víctima corroboraban este lunes la identidad del fallecido. Sin confirmación oficial ni de la identidad ni de lo que originó el fatal desenlace, algunos lugareños compartían la hipótesis de que un accidente podría haber provocado el incendio que calcinó por completo el vehículo en el que viajaba el hombre.

La familia, querida y muy conocida en la aldea, tenía varias cabezas de ganado, por lo que la presencia de la víctima en dicha pista no era de extrañar. Un camino muy transitado también por cazadores y vecinos al comunicar Albite con Prado.

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