Los robles ubicados junto a la iglesia de San Pedro serán incluidos en el ’Catálogo de Árbores Senlleiras’

Tres carballos de grandes dimensiones y desconocida longevidad guían el camino hasta llegar a la iglesia parroquial de San Pedro de Bande. Para acabar con su actual estado de abandono y proyectar su conservación, el Concello de Bande ha solicitado a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza el inicio de los trámites necesarios para su inclusión dentro del ’Catálogo Galego de Árbores Senlleiras’. Árboles con leyendas centenarias que marcan el inicio de la siembra de la patata, maíz y habas en la Baixa Limia.


El Concello de Bande ha solicitado a la Dirección Xeral de Conservación da Natureza la inclusión de tres carballos de la villa dentro del ’Catálogo de Árbores Senlleiras’. Los árboles, situados en los alrededores de la iglesia parroquial de San Pedro, ’representan un importante testimonio de las distintas etapas de la historia de Bande que el Concello quiere recuperar’, reconoce el alcalde de la localidad, José Antonio Armada. Ubicados en un punto clave de la villa, los tres ’carballlos’ constituyen parte de una calle y plaza, muy concurrida durante el periodo estival. ’Son carballos que albergan infinidad de historias y que nuestros abuelos ya recordaban en la zona de toda la vida’, coinciden los vecinos de la zona.

Según los documentos que se conservan sobre el pasado de la villa, hay diversas teorías sobre los orígenes de los ’carballos’. La primera, y la que mantiene con más fuerza entre los vecinos, cuenta que fueron plantados por los frailes que habitaron estas tierras siglos atrás, para mejorar el rendimiento agrario de los campesinos y ayudarles a distinguir la mejor época del año para sembrar las patatas, el maíz y las habas. ’Con una diferencia de aproximadamente 15 días, cuando florece el carballo del medio es el tiempo de plantar las patatas; cuando lo hacen las flores del árbol ubicado en el norte es el turno del maíz. Mientras que el carballo situado más al sur marca el inicio de la siembra de las habas’, relata Manuel Álvarez, uno de los vecinos que todavía sigue las antiguas recomendaciones. Una teoría que no comparten todos los vecinos pero que no dudan en contar la historia a cada persona que pregunta por ella. ’Son leyendas que se escuchan en casa, que pasan de padres a hijos y que de vez en cuando nos gusta recordar’, reconoce Nieves Rodríguez.

La segunda teoría, menos conocida por los habitantes del lugar, tiene que ver con la ya desaparecida ermita de San Roque, donde se celebraban las antiguas ferias de ganado. Por ello algunos consideran que estos ’carballos’ fueron plantados en la zona con el objetivo de proporcionar sombra y abrigo a los feriantes.

Con independencia del origen de la procedencia de los árboles, ’durante muchos años estos carballos han sido abandonados y en la actualidad presentan un estado muy deplorable. Por eso considero que es muy positivo que se inicien políticas que favorezcan su conservación’, apuntaba otro vecino, José Antonio Domínguez.

Quemado por dentro

El actual estado de abandono de los ’carballos’ cobra fuerza cuando se observan desde cerca, sobre todo el ubicado más cerca de la iglesia de San Pedro, que está hueco por dentro. ’Mi abuela contaba que una noche de tormenta cayó un rayo en él y desde entonces está así’, relata una vecina favorable a que se apueste por la recuperación de la zona.

Desde la asociación de vecinos de la villa, su presidente Benito Zúñiga, se mostraba contento por la iniciativa llevada a cabo por el regidor municipal. ’Durante mucho tiempo nos hemos cansado de protestar ante el concello por el mal estado de conservación, pero nuestras quejas siempre han caído en saco roto. Haber si ahora hacen algo de verdad’, concluía.

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