Hace unos años se instaló un maravilloso Belén en la iglesia parroquial de Santa María de Pinza dirigido por el párroco don Lino López Martínez y llevado a cabo por su sobrino, técnico eléctrico, con la colaboración de todos los feligreses. Aparte de las figuras centrales del Niño Jesús, la Santísima Virgen y San José, se observaba el ambiente y la vida no sólo de entonces, sino que con figuras, edificios, monumentos, hechos e industrias se iba recorriendo el devenir de la humanidad a través de nuestros siglos hasta nuestros días.
Hoy, con la muerte de don Lino, desapareció también aquel Belén que había sido la admiración de muchos devotos, visitantes y medios de comunicación, prensa y radio, que ni tan siquiera sabemos su paradero, y en su sustitución se han puesto algunas figuras exóticas, aparte del Niño Jesús, su Madre y San José, sin saber su significado, lo que nos mueve añorar a aquel Belén. Por consiguiente, suplamos con imaginación y fervor la representación y recuerdo del gran misterio.