ATEÍSMO EN NAVIDAD

Una cosa es el laicismo, otra ser ateo, creyente o agnóstico, y otra es divulgar o fomentar el ateísmo.
Aprovechamos la Navidad para elevar el consumo, para hacer una serie de fiestas y costumbres, que a lo mejor nada tienen que ver con la Navidad sino con la costumbre. La Navidad es algo más para el creyente, y es todo lo contrario que el emborracharse o el vivir a todo tren. Hay muchos movimientos y personas a quienes interesa que los seres humanos sean planos, porque hay muchos grupos que carecen de corazón, y para los que el ser humano es una mera pieza de un mecano, un mero número estadístico, al que sumar o restar. Para el partido político, el ser humano es un voto al que puede ayudarle a llegar al poder. Si alguien piensa distinto, dirán algunos, ese ya no es de los nuestros.

Qué pena que esta sociedad en pleno siglo XXI sea cada vez en parte mas superficial y más atea, más plana, y más hedonista y consumista. Cuestiones tan candentes como el alma, como el aborto, como la dignidad del ser humano, también corrompen y lastran la dignidad humana a épocas de las cavernas. Dice un adagio que quien niega una realidad la afirma, por tanto creo que hay muchos ateos que celebran la Navidad como una costumbre, y también hay muchos ateos, que rechazan el mundo y los planos espirituales, para que el ser humano no despierte, porque si no se les acabaría el negocio: consumismo, hedonismo, excesos y falta de respeto a la dignidad humana.

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