Nunca el panorama de la mala educación fue tan evidente, y nunca tantos manuales de educación y protocolo se han editado, claro que estas publicaciones, son en su mayoría frívola y superficiales y salvo alguna honrosa excepción, estúpidas y con aires pretenciosos.
Así se sostiene que el estilo requiere unos modos y modas, y que la elegancia es invisible, o sea, que todo esto que ofrecen estos libros es difícil que interese a nadie con una inteligencia media y un poco de sensibilidad, esto es grave, porque la mala educación es real; pero no es en estos manuales ni en el marketing que aprovecha las caras de la televisión en su beneficio, donde se puede adquirir una buena manera de vivir y comportarse, ya que la buena educación nada tiene que ver con las famosas ni con el famoseo ni tampoco con los que van de progres, porque la falta de respeto y el trato a empollones así como las preguntas indiscretas sin sonrojo ni decoro, no está entre estos manuales, que si se mira bien, explican cosas que las dictaría sin más, el sentido común.