Los diversos partidos se encuentran ya preparados para las próximas elecciones autonómicas. La legislatura que termina ha tenido no pocas dificultades para mantener la coalición y sacar proyectos adelante. Podría parecer una legislatura inoperante y vacía. Ha servido, sin embargo, para fortalecer y consolidar a los dirigentes de los tres partidos políticos. ¿A quién puede parecerle poco? Supongo que ahora en la campaña electoral cada uno procurará mostrar aquello que le impidieron hacer y lo que quieren hacer. El Estatuto.
La política de alianzas está abierta. Con un Partido Popular más pragmático y cercano al acuerdo nadie puede considerarse socio preferente ni excluido.
¿Podría tener una esperanza para la próxima campaña? Que fuese una campaña civilizada, respetuosa con las propuestas de los contrarios y con la cultura democrática. Nada de populismos baratos. Ningún cachorro ideológico. Ya no estamos en el momento de los órdagos tradicionalistas.
El radicalismo no debe dificultar la cultura del pacto. En política parlamentaria, el pacto, como el no pacto con los intransigentes, los absolutistas y los sectarios, es lo primero y definitivo.
Una mirada a la emigración. Duele mucho ver llegar a Barcelona, a Euskadi, etcétera, jóvenes que no encuentran el clima adecuado para terminar y desarrollar sus estudios. Poco hemos adelantado en esta línea.
