n n nSiempre con tu gracia... con tu carácter alegre, con tus salidas tan espontáneas, con tu ayuda en el momento oportuno, con tu bondad. Con esa larga amistad que siempre nos unió.
Veneración tenías por tus hermanos, siempre preocupada por todos ellos, por tus hermanas y hermanas políticos, por todos tus sobrinos sin excepción y por tus sobrinos nietos, pero en ese gran corazón cabíamos todos.
COMO VERÁS, ME INCLUYO.
¡Cuántas visitiñas te hice y qué bien lo pasábamos con Aurora, tu compañera de habitación, y la otra residente de la que no recuerdo el nombre! Hablábamos de cualquier cosa y con muchas risas a menudo de cuando tú estabas en Sindicatos y yo en Previsión. Tú siempre atenta con el público y muy cercana con todo el mundo que te trataba, como toda tu familia.
Esperaste a la fecha clave para marcharte en la festividad de los Reyes Magos para llevar tus regalos al cielo y el mejor de ellos fue tu corazón, lleno de amor y tierno como el de un niño.
Por suerte te habías vuelto infantil y pude ver como te cuidaban las monjitas de la Residencia San José, todas buenísimas, pero una en especial, Sor Esperanza, que además era la encargada de tu planta.
En tus últimos años la Residencia San José fue tu casa en donde te visité, cuando ya tenías algún despiste, en otras ocasiones soñabas y recordabas. 'Mari Carmen'... 'Guillermo era todo un caballero, se levantaba cada vez que iba a su despacho y que manera de saludarme tan cariñosa'. ¡Gracias por lo que me toca, Elisa! Seguro que arriba también te estará esperando.
Mis recuerdos, oraciones y mi cariño para ti, Elisa Nieto-Tabarés.
COMO VERÁS, ME INCLUYO.
¡Cuántas visitiñas te hice y qué bien lo pasábamos con Aurora, tu compañera de habitación, y la otra residente de la que no recuerdo el nombre! Hablábamos de cualquier cosa y con muchas risas a menudo de cuando tú estabas en Sindicatos y yo en Previsión. Tú siempre atenta con el público y muy cercana con todo el mundo que te trataba, como toda tu familia.
Esperaste a la fecha clave para marcharte en la festividad de los Reyes Magos para llevar tus regalos al cielo y el mejor de ellos fue tu corazón, lleno de amor y tierno como el de un niño.
Por suerte te habías vuelto infantil y pude ver como te cuidaban las monjitas de la Residencia San José, todas buenísimas, pero una en especial, Sor Esperanza, que además era la encargada de tu planta.
En tus últimos años la Residencia San José fue tu casa en donde te visité, cuando ya tenías algún despiste, en otras ocasiones soñabas y recordabas. 'Mari Carmen'... 'Guillermo era todo un caballero, se levantaba cada vez que iba a su despacho y que manera de saludarme tan cariñosa'. ¡Gracias por lo que me toca, Elisa! Seguro que arriba también te estará esperando.
Mis recuerdos, oraciones y mi cariño para ti, Elisa Nieto-Tabarés.
