UNA DEUDA DE GRATITUD CON TOMAS PEREZ VIDAL

Las personas pasan, las obras permanecen.
Un valdeorrés que ocupó cargos de gran relevancia, conselleiro de Agricultura y presidente del Parlamento de Galicia entre otros, fue el artífice de que se salvara uno de los edificios más nobles de la comarca, la Casa Grande de Viloira, hoy sede de diversos organismos de la Xunta y del Instituto de Estudios Valdeorreses. A ruego de esta entidad cultural, Tomás Pérez Vidal gestionó la compra y posterior restauración de un pazo que estaba cayéndose y que sus propietarios deseaban vender, junto con su parque y jardines. Las normas subsidiarias de la época contemplaban el trazado de una calle que dividía la propiedad en dos, para su futura urbanización. El IEV accionó la alarma de semejante desatino y todos los concellos de la comarca y fuerzas vivas alzaron su voz contra el cambio de la noble piedra roja por cemento.

En las conclusiones de la II Semana da Historia de Valdeorras, en abril de 1986, se tomó el acuerdo de solicitar para el pazo la declaración de Monumento Històrico Artístico o, cuando menos, Monumento Provincial. Esta petición fue avalada por la Universidad de Santiago, 'Amigos de los Pazos' e historiadores y periodistas de la talla de Manuel Lucas, J. Manuel Camaño Gesto o J. Antonio Gurriarán. No se consiguió la calificación, pero sí frenar ambiciones urbanísticas.

Surgió el 'milagro' cuando, a petición del IEV, Tomás Pérez Vidal, a la sazón conselleiro de Agricultura, gestionó la compra y posterior restauración. Hizo en octubre 15 años que fue inaugurada la Casa, ya restaurada, para albergar oficinas de la Xunta y del propio IEV, al que se le cedieron generosas instalaciones.

Gracias a este carballedano, la Casa de los Quiroga, que el próximo año cumplirá 375, sigue prestando servicios a la sociedad valdeorresa y no se vio reconvertida en obra nueva. La comarca de Valdeorras, especialmente O Barco, el IEV y todas las asociaciones culturales que utilizan sus dependencias tienen una deuda de gratitud con Tomás Pérez Vidal y con la directiva de esta entidad, presidida entonces por Francisco González Prieto.

Sirva esta nota de reconocimiento por parte de la asociación que me honro en presidir.

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