Jaque mate al desgobierno

n n nAlgunos creen que nuestro presidente del Gobierno en funciones es un ciudadano del montón, que si él ha llegado hasta ahí, cualquier españolito de a pie es capaz de lograrlo si se lo propone. Es como si Zapatero fuera un ejemplo a seguir para todos aquellos que aspiran a algo más sin andar sobrados de luces. Pues creo que van desencaminados, pues Rodríguez es más listo de lo que parece. Y a los hechos me remito.
Algunos creían que el ex presidente italiano era un ser excepcional, dotado de la astucia y el poder de convicción, o coacción, que da una fortuna inconmensurable e inalcanzable para la mayoría de los mortales. Pero creo que se equivocan. Y a los hechos me remito.

Zapatero tenía un proyecto entre manos: cambiar de arriba abajo el pensar y el ser de la sociedad española. Un plan que no contaba con esta crisis económica y que ha echado por tierra parte de sus pretensiones ideológicas. Tardó en reconocer la debacle porque deseaba llevar a término su obra progresista. Pero una vez fue consciente que no iba a ser posible (recordemos, por ejemplo, que paralizaron la aprobación de la ley de libertad religiosa) dio un paso al frente y convocó las elecciones de forma anticipada. Intuyó que es mucho mejor irse de forma voluntaria, que salir por la puerta de atrás.

En la distancia, uno no sabe si Berlusconi tenía algún proyecto entre manos. Quizás su único plan era alimentar su ego y su fortuna, mientras su mujer y sus más allegados le iban dejando en la estacada. Un escándalo y otro más. Todo ello fue minando su popularidad sin que nada ni nadie pudiera convencerle de una dimisión que parecía anunciada. No fue consciente de su fracaso y su salida del Gobierno ha sido por la puerta de atrás, obligado por una crisis que amenaza la estabilidad económica de Europa entera. Algunos creen una cosa y otros, otra. Pero a los hechos me remito. Ahora sólo falta que la astucia se contagie a la mayoría del electorado.

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