Quedó constituida con 24 miembros, que celebraron su primera reunión en el Monasterio

Una academia mantendrá vivo el legado de San Rosendo y ayudará a investigar su obra

Los miembros de la Academia escuchan la intervención de Julián Barrio. (Foto: Xesús Fariñas)
La iglesia del Monasterio de Celanova acogió ayer el solemne acto de constitución de la Academia Auriense-Mindoniense, creada para reivindicar el legado de San Rosendo y para promover iniciativas en el campo de la investigación y la divulgación de su figura y su obra. La Academia tendrá sede compartida entre Celanova y Mondoñedo.
Coincidiendo en el tiempo, una vez más, con la conmemoración del aniversario de San Rosendo, la iglesia del Monasterio de Celanova volvió a acoger un acto solemne destinado a reivindicar la memoria y el legado del fundador de este cenobio y uno de los principales personajes de la Galicia del medioevo.

El motivo, en esta ocasión, fue la constitución de la ‘Academia Auriense-Mindoniense de San Rosendo’, que convocó a los obispos de ambas diócesis, Luis Quinteiro Fiúza -que actuó de anfitrióny Manuel Sánchez Monje, en su calidad de patronos promotores de la Academia, así como al arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, que es además uno de los 24 académicos que formalizaron su participación en este nuevo centro de estudios.

Los alcaldes de Celanova y Mondoñedo, Antonio Mouriño y Orlando González, respectivamente, una representación de la Corporación municipal de Ferrol, el presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, y el delegado provincial de Industria y Turismo, Xosé Antón Jardón, fueron los representantes institucionales que arroparon la creación de este colectivo académico del que forman parte diversos profesores de historia de las universidades de Vigo y de Santiago, así como otros estudiosos, profesionales y periodistas de las diócesis de Ourense y Mondoñedo-Ferrol.

La solemne jornada se inició con la primera reunión de los 24 académicos, que tuvo lugar en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Celanova, en donde acordaron el nombramiento del primer presidente de la institución, cargo que recayó en el teólogo Segundo Pérez López, que es canónigo de la catedral de Mondoñedo y miembro del Instituto Teológico Compostelano.

Para el cargo de secretario fue elegido el canónigo archivero de la Catedral de Ourense, Miguel Ángel González, mientras que las dos vicepresidencias recayeron en los profesores José Miguel Andrade Cernadas, de la Universidad de Santiago, y Francisco Javier Pérez Rodríguez, de la facultad de Historia de Ourense.

Por su parte, el párroco de Celanova, Cesáreo Iglesias, será quien ejerza de tesorero de esta nueva Academia y Domingo González Lopo de director de la revista ‘Rudesindus’, que será el órgano anual de expresión del colectivo.

Toma de posesión

Esta reunión a puerta cerrada dio paso al acto público solemne, que tuvo lugar en la iglesia conventual celanovesa y que contó con la participación musical de la coral polifónica Solpor y de la organista María José Mosquera. En el transcurso del acto, después de que 23 de los 24 académicos tomasen posesión de sus cargos recibiendo una medalla conmemorativa y un diploma acreditativo de tal condición, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio impartió un discurso magistral, en representación del resto de académicos, destinado a contextualizar el momento histórico en el que nace esta academia, no sin que antes el ya secretario de la misma, Miguel Ángel González, explicase los orígenes de la misma.

La Academia mantendrá una sede compartida entre Mondoñedo y Celanova y se reunirá al menos dos veces al año en estas dos localidades, tratando de promover iniciativas en el campo de la investigación y la divulgación de la figura de San Rosendo y todo cuanto significó para el nacimiento de la Galicia actual que conocemos.

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