La expansión del mercado hacia el paseo peatonal de Rosalía de Castro atrajo a 40 vendedores más
La ampliación de la zona de celebración del mercado semanal de los jueves de Celanova al paseo Rosalía de Castro (junto al aparcamiento de As Triguerizas) suscitó ayer varios enfrentamientos entre nuevos feriantes y el grupo de gobierno que preside José Luis Ferro. El municipio, que habitualmente cuenta con una media de 70 puestos, se vio desbordado ante la petición de instalación de otros 40 feriantes senegaleses, marroquíes y de etnia gitana procedentes desde diferentes puntos de la provincia de Ourense y Pontevedra.
Aprovechando la céntrica y peatonal Rosalía de Castro, el Concello decidió hace unas semanas reubicar ahí los cerca de diez puestos de ropa que se apilaban en la plaza Maior. La idea era unificar los stands en función de los productos de venta: en la plaza Maior las fruterías y hortalizas; en la de As Pitas los puestos de jamón y bacalao y los de textil, calzado, decoración y marroquinería se mantendrían en la Alameda y, si esta está llena, en la Rosalía de Castro. "Onte o problema foi que se presentaron cerca de 40 feirantes que tiñan solicitado o permiso, pero aínda non se lles concedera", explicaba Ferro que, tras una reunión con los implicados, autorizó su colocación.
El grupo de gobierno ha establecido un plazo de dos meses para que los nuevos feriantes regularicen su situación y presenten los permisos. El objetivo es conocer cuántos puestos tienen interés por participar asiduamente en la feria y ver de queémanera se puede organizar su participación. "A idea non é dividir o mercado, pero si vemos que a Alameda está chea, mirarase de aproveitar a nova rúa". El regidor advierte que "escoitará a todas as partes, pero ao final quen toma as decisións é o Concello. E este sempre o fará pensando en acadar o maior beneficio posible para Celanova, o comercio local e os feirantes, dos novos e dos de sempre, que veñen todo o ano e aguantan os meses do inverno".
