CELANOVA

Arte y fe en honor a Rosendo

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photo_camera Un momento del acto eucarístico desarrollado en el iglesia monacal de Celanova.

Los negocios echaron el cierre en la capitalidad comarcal y los vecinos salieron a la calle para disfrutar de la soleada jornada y asistir a los actos litúrgicos y culturales en el complejo monacal impulsado por Rosendo en el siglo X.

La festividad local de San Rosendo permitió ayer a los celanoveses disfrutar de una soleada y atípica jornada dominical a mitad de semana. Las terrazas del espolón colgaron el cartel de completo y en el interior del templo monacal se vivió una jornada de devoción y cultura con motivo de los actos litúrgicos y culturales por la festividad del patrón y la entrega del premio de investigación "Manuel Iglesias".

Las bombas de palenque y los integrantes de la Banda de Música de Celanova fueron los encargados de anunciar a los lugareños el inicio de los actos en honor a su patrón. Las reliquias del santo volvieron a protagonizar la procesión por el Claustro Barroco y el obispo de Ourense, Leonardo Lemos Montanet, presidió a mediodía una concurrida eucaristía en el templo parroquial en presencia de una veintena de párrocos del arciprestazgo y amenizada por la Coral Solpor. No faltaron en la homilía las alabanzas y reconocimientos al santo celanovés, sobre el que Lemos Montanet dijo que "fue un hombre adelantado a su tiempo" y que su labor y su mensaje "tiene más actualidad que nunca".

La emotiva interpretación del himno gallego por parte de la banda de música, que hizo vibrar a más de uno, sirvió para despedir los actos litúrgicos y, sin salir del templo, dar comienzo a la programación cultural organizada por la Academia Auriense-Mindoniense de San Rosendo con motivo de la entrega del premio"Manuel Iglesias".



Premio honorífico

El certamen de investigación, creado por la familia del que fuera párroco de Celanova para honrar su figura, quedó desierto en la presente edición, porque el jurado acordó concederle el galardón al catedrático e historiador de arte coruñés, Antonio Bonet Correa, por su contribución al conocimiento y difusión de la arquitectura barroca gallega, especialmente la monástica, de Celanova, Lourenzá o las Ermitas. "La Academia quiere agradecer a quien nos regala horizontes de mayor esperanza", matizó el secretario de la academia, Miguel Ángel González, que ejerció de maestro de ceremonias de un acto que compaginó cultura con la fe, "como hacía San Rosendo", dijo.

El propio Miguel Ángel González fue el encargado de disculpar la ausencia del galardonado, a quien su avanzada edad le impidió desplazarse hasta Celanova. En su lugar, acudió María Victoria Carballo Calero, historiadora y discípula "predilecta y privilegiada" de Bonet, como ella misma se definió. Tras un repaso a su trayectoria profesional y vital, María Victoria Carballo Calero reprodujo las palabras que esta misma semana le trasmitió Correa sobre la emoción y el agradecimiento que sentía por recibir el galardón . "Pediume expresamente que lembrase que el acompañou á Raíña Sofía na súa visita a Celanova no 1984 para a entrega do premio Europa Nostra e que lle falou en galego tratándoa como raíña, algo que ela aínda lembra hoxe", dijo.



Centros escolares

Le precedió en su discurso el presidente de la academia rosendiana, Segundo Pérez López, que centró su intervención destacando la faceta peregrina de Rosendo, recorriendo la Gallaecia romana,y recibiendo al primer peregrino, en torno al año 940, en Compostela. "San Rosendo está vivo en la cercanía y la conciencia de los celanoveses", dijo, subido en el altar mayor de la iglesia, minutos antes comenzar la entrega del certamen escolar "San Rosendo e o seu tempo".

El galardón, promovido por la parroquia, reunió ayer en el templo a una treintena de emocionados alumnos de los colegios Sagrado Corazón y Curros Enríquez de Celanova, Santa María A Real de Entrimo, CEIP O Xurés de Lobios, Xoaquín Lourenzo de Bande, Rogelio García de Ramirás, San Marcos de Cartelle y Joaquina Gallego Jorreto de A Merca, que se hicieron con los primeros premios en las distintas modalidades de dibujo, cómic, narrativa y poesía.

El alcalde celanovés, José Luis Ferro, fue el encargado de cerrar el acto haciéndole entrega al obispo de una caja con la reproducción del ajedrez de San Rosendo en chocolate. "Es una belleza, da pena comerlos", reconocía Lemos Montanet sobre el producto estrella elaborado por el "Obradoiro Terras de Rosendo".

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