Así el el mural de agradecimiento al rural de Ourense

Ivette Bordera, a la derecha, de rodillas, pintando el mural de Zarracós que se inaugura este sábado. (L.F.)
photo_camera Ivette Bordera, a la derecha, de rodillas, pintando el mural de Zarracós que se inaugura este sábado. (L.F.)

En unos días, Ivette Bordera dirá adiós a Zarracós. Agradecida por el cariño con el que le han recibido y tratado en esta aldea de A Merca, y antes de hacer las maletas rumbo a Lobeira, la ilustradora catalana les ha obsequiado con un mural en el palco de la música

El palco de la música de Zarracós, en A Merca, está de estreno. En el marco del 30 aniversario de la asociación vecinal de San Andrés, una artista catalana afincada en la aldea ha plasmado sobre el lienzo en blanco que acompañaba el escenario, un mural inspirado antiguas fotografías de este rincón del rural gallego

La inauguración será este sábado a las 17,00 horas y su autora es Ivette Bordera, una ilustradora que hace unos meses desembarcaba “de casualidad” en la parroquia. “Vine a ver a mi hermana, que se había mudado a una aldea de O Carballiño, y me enamoré de Galicia. Llevábamos tiempo separadas y ya tenía ganas de un cambio, así que encontré esta casa en una página de internet y la alquilé”, recuerda la joven que reside a escasos metros del campo de la fiesta y que, desde el primer minuto, supo integrarse y participar en la vida de la aldea. “Estoy encantada. Aquí me han recibido como si fuera hija de Zarracós” recuerda, agradecida por el cariño de sus vecinos y siendo una más en el grupo de canto y pandereta, en las actividades de A Broa Sendeirismo o dando clases extraescolares de pintura a los niños del colegio de A Merca. “Trabajo desde casa para una empresa de energía renovable de Barcelona, pero el arte es lo que me da vida”, reconoce de una pasión que empezó de niña a través del cómic y en la que ha ido tocando distintos estilos y técnicas. Desde que llegó a Ourense, ha participado en una exposición colectiva en Ourense, realizado un mural en Entrambosríos y “el próximo será en la casa de unos amigos que tienen una cooperativa, Xesta Brava de Ramirás”, matizó.

Estos ocho meses que Ivette ha pasado en Zarracós han sido suficientes para saber que Ourense es su lugar en el mundo: “por primera vez en 30 años, he sentido que este es mi sitio”, asegura. Un descubrimiento que ha sido posible gracias al teletrabajo, “de las pocas cosas buenas que dejó la pandemia”, dijo y también a ese espíritu independiente y nómada de quien siempre ha vivido en un entorno natural “aunque nunca había estado en una aldea tan pequeña… aquí somos 20”, reconocía. 

Agradecida por el cariño y la amistad brindada por sus vecinos, cuando uno de ellos comentó que quería hacer algo en el palco, no se lo pensó dos veces y les regaló el mural. “Que menos, a cambio de cómo se han portado. Ellos han puesto el material”, apuntaba la artista que, a la vez que daba los últimos retoques, prepara la que será su última mudanza. “Me da pena irme, pero aquí ha sido dificil encontrar una casa para comprar que se adapte a lo que yo quiero”, dice asegurando que no saldrá de la provincia: “Me voy a Lobeira, estaré a 35 minutos”. 

Te puede interesar