La mejora de la seguridad de los peatones que transitan por el casco urbano centra los trabajos de colocación de tres nuevos badenes en las calles Encarnación y Cesáreo Fernández Losada (popularmente conocida como rúa da Botica). La actuación, que cuenta con un presupuesto que asciende a los 3.000 euros, trata de frenar la velocidad de los conductores que transitan por el centro y que, con frecuencia, hacen caso omiso a los pasos de peatones situados en la zona.
El proyecto municipal consiste en la elevación de diez centímetros de la altura de la calzada (siguiendo la normativa estatal) en el tramo que comprende el paso de peatones, utilizando para ello los mismos adoquines que conforman el pavimento. Los trabajos, que se acometerán en el plazo de una semana, han obligado a cortar el tráfico a la altura de la Praza Maior, con el objetivo de acometer con mayor seguridad y rapidez los trabajos en el pavimento de la calzada.
Las obras iniciadas esta semana han sido muy bien recibidas por los vecinos y comerciantes de las citadas calles que, desde hace años, demandan la colocación de sistemas que reduzcan la velocidad de los vehículos que transitan por la zona. Y es que, tal y como relatan los viandantes, son pocos los coches que respetan los límites de velocidad en una zona que es lugar de paso para los alumnos del colegio de Infantil y Primaria Sagrado Corazón y del propio Instituto de Celanova. En la misma línea se manifestaban los nacionalistas, que esta semana se congratulaban por el inicio de los trabajos que llevan reclamando en pleno desde el año 2009.
La medida permitirá, a su vez,poner fin a los reiterados problemas de borrado de las líneas de los pasos de cebra que se sucedían en el firme de adoquín del casco urbano. 'Se colocará una piedra de color diferente que delimitará la zona de paso de los peatones', apuntaba la teniente de alcalde y alcaldesa en funciones, Pilar Regueiro. Aprovechando la actuación, los operarios acometerán una serie de mejoras en materia de supresión de las barreras arquitectónicas.
Esta será la primera actuación de una serie de reformas que, en función de la disponibilidad presupuestaria, el grupo de gobierno municipal prevé desarrollar en otras calles, principalmente en las avenidas López Blanco, San Rosendo y Francisco González Rey.
Las obras iniciadas esta semana han sido muy bien recibidas por los vecinos y comerciantes de las citadas calles que, desde hace años, demandan la colocación de sistemas que reduzcan la velocidad de los vehículos que transitan por la zona. Y es que, tal y como relatan los viandantes, son pocos los coches que respetan los límites de velocidad en una zona que es lugar de paso para los alumnos del colegio de Infantil y Primaria Sagrado Corazón y del propio Instituto de Celanova. En la misma línea se manifestaban los nacionalistas, que esta semana se congratulaban por el inicio de los trabajos que llevan reclamando en pleno desde el año 2009.
La medida permitirá, a su vez,poner fin a los reiterados problemas de borrado de las líneas de los pasos de cebra que se sucedían en el firme de adoquín del casco urbano. 'Se colocará una piedra de color diferente que delimitará la zona de paso de los peatones', apuntaba la teniente de alcalde y alcaldesa en funciones, Pilar Regueiro. Aprovechando la actuación, los operarios acometerán una serie de mejoras en materia de supresión de las barreras arquitectónicas.
Esta será la primera actuación de una serie de reformas que, en función de la disponibilidad presupuestaria, el grupo de gobierno municipal prevé desarrollar en otras calles, principalmente en las avenidas López Blanco, San Rosendo y Francisco González Rey.
