El papa Francisco santificará el día 15 a Faustino Míguez, natural de este rincón de Terra de Celanova
Un retrato de Faustino Míguez (1831-1925) cuelga de la iglesia parroquial de Acebedo do Río (Celanova), pero no es el único. El Centro Cultural de Prado, que lleva su nombre, también cuenta con un icono de este ilustre vecino de Xamirás que, el próximo domingo, será canonizado en Roma por el papa Francisco. "Non che é calquera cousa!", comentó Concepción López de Xamirás, muy contenta porque un vecino del lugar vaya a ser nombrado santo. "Marchouse moi novo de aquí, pero eu sempre oín falar del", recordaba.
En los últimos tiempos, la tranquilidad y el silencio que caracteriza este pequeño pueblo del rural celanovés con señoriales casas de piedra habitadas por menos de diez habitantes, se ha visto interrumpida por la llegada de cientos de peregrinos y devotos de todo el mundo deseosos de conocer los orígenes del fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora. "Ha venido mucha gente", reconocía Concha López, sobre unos visitantes que no dudan en tocar a la puerta de la casa familiar y mismo se desplazan hasta la iglesia parroquial donde quizás Faustino Míguez escuchó sus primeras misas. "Yo soy muy devota de Fátima, pero ahora tendré un santo más a quien rezar", decía Rosa Méndez de As Lamas, quien recordaba como siendo niña oyó hablar de crear en Xamirás un centro de peregrinación que finalmente quedó en nada.
Los avatares de la vida de Manuel, nombre con el que fue bautizado y que mantuvo hasta 1850, cuando tomó el hábito escolapio como Faustino de la Encarnación, comenzaron en el Santuario de Os Milagros. De familia cristina y trabajadora, el beato sintió allí la llamada de Dios e inició una vida dedicada a los demás a través de la enseñanza y donde la botánica jugó también un papel importante, hasta el punto de haber patentado 12 medicamentos en la Dirección General de Sanidad.
