Entrevista

“En el caso de mi tío, solo tengo indicios para suspender a la justicia"

José Manuel Enríquez González, sobrino del cura asesinado en 2015.
photo_camera José Manuel Enríquez González, sobrino del cura asesinado en 2015.
José Manuel Enríquez González es sobrino del párroco asesinado en Vilanova dos Infantes

La madrugada del 10 de marzo de 2015 se paró el tiempo en Vilanova dos Infantes (Celanova). El emblemático burgo medieval, el de la romería Raigame y de la Virxe do Cristal, escribió el capítulo más negro de su historia con el asesinato de su párroco Adolfo Enríquez y la desaparición de la talla del XVII.

Dos croatas llegaron a ser detenidos, pero finalmente quedaron en libertad y el caso fue archivado. A la espera de que nuevas pruebas permitan reabrir el procedimiento y manden a los culpables a la cárcel, familia y amigos participarán este sábado, a las 12,00 horas, en una misa de aniversario en la iglesia parroquial.

¿Cómo se encuentra la familia?

Hoy es un día difícil, porque el calendario ha querido además que se repita la cronología de 2015. Estamos mal, rememorando recuerdos y ninguno bonito. Hace cinco años que estamos pendientes de ese teléfono, y hoy más.

¿De quién esperaban esa llamada?

Esperábamos que aquel fatídico día, hace cinco años, tío Adolfo nos hubiera contestado a las innumerables llamadas que le hicimos mi padre y yo. 

Y hoy ¿esperan alguna?

La Guardia Civil sí que nos hizo esa llamada, pero esperamos la de alguien que nos llegue a explicar porqué no se hicieron las cosas como se deberían haber hecho o se están haciendo. Hago aquí un paréntesis para trasmitir mi gratitud eterna a la Guardia Civil provincial, y en especial al puesto de Celanova, por el respeto, cariño, apoyo, cercanía, esfuerzo, dedicación y sacrificio demostrado para el esclarecimiento de este caso. Es mi único agradecimiento, porque después me pregunto porqué la vida de un cura de pueblo no fue considerada importante como para mandar a la Unidad Central Operativa (UCO), de la que no nos consta actuación alguna. Y ojo, quiero que vengan a sumar, no a sustituir a nadie.

¿Pidieron explicaciones?

Si, a la pasada y a la presente. No quiero que se politice el tema, pero la respuesta fue que daban traslado y que estaban trabajando en ello. El silencio y la buena educación que hemos practicado en estos cinco años, creo que se nos ha tomado por demasiado buenos. Pero este año cerraré esta página de mi vida y empezaré nuevos proyectos. Creo que, desde el cielo, tío Adolfo se encuentra satisfecho de lo que hemos hecho desde la familia.

Hubo dos personas detenidas que finalmente quedaron en libertad, ¿la familia tiene alguna duda sobre quién acabó con la vida de su tío?

No. Mantenemos lo que siempre hemos dicho de que preferimos un culpable en la calle, a un inocente en la cárcel. Ahora, el hecho de que hubiera dos operativos diferentes en dos días, con tres miembros de la misma unidad familiar, santos no son... A mí me gustaría que algún día, el órgano supremo de los jueces estableciera la consideración de indicios para que sea igual para todos. Aquí no debe haber una escala de grises. Porque, sean quienes sean los culpables en el caso de mi tío, no estamos hablando de delincuentes comunes, sino de criminales bien organizados y el peligro sigue ahí fuera.

¿Que nota le daría a las instituciones implicadas en el caso?

A la Justicia un 2,5, porque solo tengo indicios para que suspendan. No tengo pruebas para aprobarla. A la Guardia Civil le pongo un 9 y a la administración pública un 3 porque, ni la matricula de honor de José Luis Ferro (el exregidor celanovés), haría subir la media de Delegación y Subdelegación del Gobierno. 

¿Y al Obispado de Ourense?

Pues hasta el domingo estaba aprobado, ahora un 2,5 porque estoy molesto con las manifestaciones realizadas en este periódico sobre el arte sacro. Creo que es un comentario inoportuno -el realizado por el obispo de Ourense- hablar de que se perdió una talla de gran valor, porque la protección del arte sacro se demuestra con la correspondiente denuncia en sede judicial o ante la Guardia Civil. Algo que no hicieron en este procedimiento. Gran valor era la vida de mi tío, que murió por defender a la Virgen del Cristal. La iglesia no puede pedir venganza, pero sí reclamar justicia porque han matado a uno de sus funcionarios.

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