REPORTAJE

Celanova y Guadix, de boda

photo_camera José Luis Ferro posa con la joven pareja formada por el celanovés Elías García y Maria José Reina, de Guadix

Tras la Segunda Guerra Mundial, los distintos países europeos promovieron los hermanamientos entre ciudades para fomentar los vínculos culturales. Nada hacía presagiar entonces que, en Celanova, llevaría la unión hasta el altar

El matrimonio civil entre Elías García y María José Reina podría haber pasado desapercibido en el registro civil de Guadix (Granada) si no llega a ser por el origen de sus contrayentes. Él, de Celanova y ella, de Guadix, dos municipios que desde 2006 están hermanados a través de la figura de San Torcuato, uno de los siete varones apostólicos enviados por Roma para evangelizar España.

La casualidad o el destino, quien sabe, quiso que María José y Elías se conociesen a cientos de kilómetros de sus respectivas ciudades de origen, en Vitoria. La capital vasca es el escenario de su amor y allí se enteraron de la estrecha relación entre ambos municipios. "Cuando nos conocimos no sabíamos nada de este hermanamiento", asegura Elías García, que es natural de la parroquia celanovesa de Mourillós.

"Un día, cuando llevábamos tres meses saliendo, llegó al trabajo y me dijo que éramos hermanos", recuerda entre risas María José. Tras unos segundos de dudas y desconcierto, él le explicó que consultando la página web celanovesa descubrió que ambos municipios estaban unidos por San Torcuato, patrón de Guadix y cuyos restos mortales descansan en el Monasterio de San Rosendo. "Desde entonces, nos fijamos más en esos detalles que han dado fruto al hermanamiento", reconocía Elías, que enfatizó que "el hermanamiento no es muy conocido, porque cuando se lo comenté a mis padres, ellos tampoco sabían de el".

En Celanova es más popular el vinculo que, desde el año 1991, se mantiene con Santo Tirso (Portugal). Las relaciones entre ambos municipios son frecuentes tanto a nivel institucional como social, siendo muchos los celanoveses que, tanto por cuenta propia o en excursiones organizadas, viajan al municipio luso para conocer el lugar de origen de San Rosendo. Una plaza junto a la Alameda refleja un tercer intento de hermanamiento, que de momento no se ha consolidado, con Rubí (Cataluña).


Embajadores de lo ourensano

Hace justo un mes la joven pareja se dio el "sí quiero" en el consistorio granadino y sus representantes organizaron una recepción oficial, donde les entregaron una típica jarra accitana y una placa del Monasterio de San Salvador en nombre de la Corporación celanovesa y que el alcalde, José Luis Ferro, había llevado en su última visita a la localidad en mayo de este mismo año. Aprovechando sus vacaciones estivales en la villa de San Rosendo, María José y Elías se acercaron ayer al ayuntamiento para agradecer al regidor el obsequio.

A los pies del Monasterio, García destacó que "María José ha tenido la suerte de descubrir Galicia al revés. Primero el interior y después la costa. Es una pena que no se conozca más la provincia, porque es una belleza". Su ahora mujer asentía esas palabras: "Celanova y Ourense son una maravilla. Hablan del marisco y las playas, pero el interior es precioso, Celanova con este Monasterio y qué decir de las termas y la Catedral de Ourense", enfatizaba la joven accitana. Para una próxima visita le queda la Baixa Limia, "con el Parque del Xurés y la Vía Nova", le advertía Elías.

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