La temporada musical arranca esta mañana en el Coro Alto de la iglesia monacal de la mano del ciclo de conciertos didácticos de órgano organizado por el Concello de Celanova, con la colaboración de la dirección xeral de Políticas Culturais, la parroquia de San Rosendo y la Fundación Curros Enríquez.
Aunque los acordes del instrumento creado por fray Felipe de la Peña en 1776 ya se han dejado oír varias veces este año, la última el pasado domingo con motivo de la festividad de San Rosendo, es este mes cuando se popularizará su sonido con la llegada de los primeros grupos de escolares. De marzo a junio, cerca de 2.000 menores de 40 centros educativos de Galicia podrán disfrutar de una sesión que combina música, arte e historia. "Xa temos completo o ciclo de concertos deste ano e faremos algún máis para non deixar a ninguén fóra, cofinanciado entre a fundación e os centros", explicaba Paula Conde, responsable de la Casa dos Poetas donde tiene su sede de la Fundación Curros Enríquez.
A sus 244 años, el órgano celanovés ha supuesto todo un descubrimiento y revulsivo para el turismo local. Lo es para los privilegiados escolares que desde 2007 participan en un ciclo único en Galicia y, desde hace dos años, a los grupos de adultos que conciertan la propuesta musical a través de la Fundación Curros Enríquez. "A actividade está en auxe, este mes temos sete concertos previstos", destacaba Conde, quien agradecía la especial colaboración de las organistas Marisol Mendive, María José Mosquera e Irma Fernández, quienes en las distintas sesiones combinan la explicación de la historia del instrumento con un mini-concierto de órgano donde los estudiantes hacen su aportación, principalmente con flautas.
Público infantil
Una de las novedades de esta edición, la undécima desde que se puso en marcha el ciclo coincidiendo con el Año Jubilar rosendiano, es la incorporación de grupos de Infantil y Primaria, con quienes se llevará a cabo una programación específica. "Temos varias opcións de visita e, cos máis pequenos, recrearemos como era a vida cotiá dos monxes para terminar no órgano", resumía Paula Conde. En 11 años, unos 13.500 estudiantes gallegos han tenido la oportunidad de conocer Celanova a través de la música.
